Victoria
es la impulsora de Acción Poética Barracas, un movimiento con más de 10 años en
México pero reciente en Argentina. Cuenta lo gratificante que es llenar de
poesía el barrio.
Victoria (izquierda) junto a sus compañeras
Por
María Moreno
El sol que
brillaba por la tarde en un cielo sin nubes, los banderines que embellecieron
el pasaje del Normal 5 y la música que se escuchaba desde lejos hacían de una
tarde cualquiera, una tarde encantadora. Había mucha gente y niños que dibujaban,
corrían, jugaban en el festival del profesorado de dicho colegio pero, ¿cómo
distinguir a Victoria, impulsora del movimiento Acción Poética en Barracas
(AP), entre tanta gente? Muy fácil, consigo llevaba una bolsa con potes de
pinturas y pinceles.
Ella es una
mujer con una sonrisa angelical, que irradia luz. Vivió prácticamente
toda su vida en la localidad de Barracas. Los sábados, siempre y cuando haya
una pared cedida para pintar, ella estará ahí; a veces junto a sus hijos, los
amigos de sus hijos, la gente que se suma y los vecinos que le ofrecen su ayuda
y un par de mates.
“Me enteré
por Facebook, me pareció muy interesante, me encantó”, afirmó la organizadora
de este movimiento que nació hace quince años, en México, de la mano del
poeta Armando Alanís Pulido, pero que llegó hace poco a la vida de
Victoria. Por esas casualidades, y por un poco de suerte también, su
mejor amiga es quien organiza AP en Capital Federal y, cuando se enteró de esto,
decidió preguntarle si podía hacerlo en Barracas. “Cuando supe que ella estaba
en eso, inmediatamente me comuniqué y me dijo: sí, yo te iba a proponer que lo
hicieras en Barracas porque sabía que te iba a gustar la idea”, explicó
con una sonrisa.
Enseguida se
puso en contacto con Fernando Ríos Kissner, quien trajo el movimiento a
Tucumán y luego se fue extendiendo por varias provincias hasta llegar a Capital
Federal. “Me dio un poco las pautas de cómo hay que manejarse. Me dio
todo su aliento para que arrancáramos”, relató Victoria.
Lo único
que faltaba para empezar a salir a las calles e inundar de poesía al barrio
eran las ganas, que no se hacían ausentes. Ya son varias las paredes
pintadas. Sin embargo, una de las reglas básicas es pedir permiso al dueño
para hacerlo. Algunos sábados, cuando no hay paredes, las ganas se tienen que
quedar en casa. El dueño de la primera pared que les cedieron para pintar es
admirador de Almafuerte, y los chicos de AP decidieron pintar una frase suya.
“Quedo contentísimo”, aseguró Vicky, y además confesó que ya no les da
vergüenza tocar el timbre y preguntarle al dueño si pueden pintar una frase en
su pared.
“Nosotros
pedimos permiso en cada pared que intervenimos, no nos mandamos a pintar
paredes sin que los dueños estén de acuerdo”, aseguró la coordinadora de AP
Barracas. Para ella, este tema requiere un trámite previo, debido a que hay
muchas paredes pero también muchas veces es difícil ubicar al dueño o
simplemente éste se niega y, aunque la pared resulte muy tentadora, sin el
permiso no hay intervención.
Entre tanto
ruido, tanta música, la dulce y suave voz de Victoria por momentos se pierde,
mientras relata que la idea de los murales es que no deben tener contenido ni
político, ni religioso. Explica que se hace hincapié en el mensaje, en la
palabra y que por esto todos son escritos en letras negras en mayúscula, sobre
un fondo blanco para facilitar la lectura. “La idea, aparte, es que sea leído rápidamente por alguien que pasa en
auto o en un colectivo que va a su trabajo y quizá leer una linda frase le
mejora un poquito el día o el momento a quien lo lee”, sostuvo Vicky.
Muchas
veces la gente pasa y saca fotos a los murales, y luego los comparten por las redes
sociales, difundiéndolo. Personas adultas y también jóvenes, aunque, por lo
general, uno no está muy acostumbrado a relacionar a los jóvenes con la poesía.
Sin embargo, a la organizadora de AP Barracas no le sorprende cómo los chicos
se van sumando a este movimiento y piensa que, mientras la propuesta este buena,
los jóvenes se enganchan y se entusiasman mucho. “Los jóvenes distinguen cuando
hay una propuesta interesante, piola” afirmó.
“No salgo a
mirar paredes, pero es verdad que te cambia mucho la mirada, te cambia mucho a
partir de que te interesa encontrar una pared viable para ser pintada. Caminás
mirando de otra manera, hay paredes a las cuales antes no les prestabas
atención y ahora comenzás a tenerlas en cuenta”, especifica Victoria, que ahora
ve al barrio de otra manera. Cuenta, además, que muchas veces la forma o el tamaño
de la pared le indica qué frase puede llegar a ir ahí.
Tanto
esfuerzo siempre trae buenos resultados. Es lo que le pasa Vicky, quien desde
un principio, al proponerles la idea a sus hijos, esperaba tener aceptación, y
así ocurrió. La gente en Barracas está muy contenta y agradecida con los chicos
de Acción Poética, les gusta encontrarse con estos murales y los apoyan desde Facebook,
dándoles su aliento y animándolos a continuar.
“Es muy gratificante recibir
mensajes de apoyo o de aliento y gente que te dice que quiere sumarse y
ayudarte, es muy gratificante y la verdad que nos encanta hacerlo”, explicó la impulsora de AP Barracas.
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