Por Federico Lorenzo
Sin dudas esta fue una
semana de alegrías y emociones para los hinchas de Independiente. Tras golear a
su eterno rival en el clásico de Avellaneda y clasificarse a los octavos de
final de la Copa Sudamericana al superar a Arsenal de Sarandí, el equipo de
Mauricio Pellegrino logró una agónica victoria frente a Nueva Chicago en tiempo
de descuento. Y va por más.
A pesar que en los primeros
minutos del encuentro el equipo de Forestello sorprendió con la presión que
generaban sus delanteros a la defensa local, el Rojo recuperó la tenencia del
balón y comenzó a generar peligro en el área visitante. Un fortísimo tiro libre
de Aguilera forzó una espectacular atajada de Lanzillota y fue casi como una
premonición de lo que se vendría.
A los 14’, tras un centro de
Papa al área, el “Cebolla” Rodríguez le pifió a la pelota en
el punto de penal, provocando que el balón le quede a merced del olfato
goleador de Lucero, quien sólo necesito empujarla debajo de los tres palos para
abrir el marcador.
Pero el local se confió y tras
un avance del visitante, Carrasco bajó un centro de cabeza para la aparición
por sorpresa del juvenil Giménez (dos goles en los últimos tres partidos),
quien a los 25´con una volea dejó sin reacción al portero local.
Tras el empate, el Rojo
siguió generando muchas dudas en defensa y continuaba sufriendo en el retroceso
al perder la pelota en ataque, lo que provocó que los volantes de Nueva Chicago
tomaran confianza. Es así, que a los 35´la visita casi convierte el segundo con
un remate Masuero que se fue junto al travesaño.
Luego del entretiempo,
Independiente salió con otra actitud en búsqueda de recuperar la iniciativa en
el partido que había perdido tras el empate del conjunto de Mataderos.
Pero a pesar que el Rojo
dominaba la posesión del balón e intentaba acercarse con peligro al área de
Lanzillota, no podía encontrar la receta para aumentar el marcador. Por eso Mauricio
Pellegrino, intentó encontrar la solución en el banco de suplentes, con el
ingreso de Vera y Pereyra Díaz.
Con el correr de los minutos
el encuentro se hizo muy friccionado en el mediocampo y ningún equipo se sacaba
ventajas. La primera situación de peligro del complemento llegó a los 25’ tras
un tiro libre de Papa que se fue desviado bajo la atenta mirada del juvenil
Lanzillota. En la réplica, un pase preciso de Gagliardi encuentra en el área a
Carrasco, quien desaprovechó un mano a mano frente al portero local.
El partido se hacía
monótono. Es así, que un disparo desde la mitad de la cancha del juvenil
Giménez casi sorprende al Torito Rodríguez y generó un suspiro de alivio en la
hinchada local.
Pero el
futbol sigue dando sorpresas, ya que en tiempo de descuento el “Cebolla”
Rodríguez le dio la victoria a su equipo tras aprovechar un córner de Pisano y
conectar un fortísimo cabezazo que dejó sin respuestas al portero visitante, lo
que desató la locura de los hinchas en el Libertadores de América.
En tan
sólo dos meses de trabajo, Mauricio Pellegrino le cambió la cara a
Independiente. Un equipo que a pesar de no mostrar su mejor versión frente a
Nueva Chicago, sigue logrando victorias importantes y continúa expectante en el
plano internacional, donde enfrentará el próximo miércoles en condición de
local a Olimpia de Paraguay.
En cambio
el plantel de Forestello se retiró del estadio sin respuestas, consciente que
salvarse del descenso será muy difícil, ya que deberá ganar todos los partidos
hasta el final y depender de los resultados de sus rivales directos.
Estadio: Libertadores de América
Árbitro: Mauro Vigliano (7)
Asistentes: Ezequiel Brailovsky / Juan Manuel
Vázquez
Goles:
14´ Juan Martín Lucero
26´ Nicolás
Giménez
90´10- Diego Rodríguez
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