Coemu dialogó
con el productor nacional Horacio Mentasti. “Surgió a partir del libro, me
atrajo por su espíritu crítico”, afirmó. La película se mete en el corazón del
Amazonas y se posiciona desde la visión de los pueblos originarios.
Por Javier Erlij
“Está
interpretada por tribus nativas, que tuvieron
muchísimos ensayos y hablada en nueve idiomas diferentes. Tuve la
posibilidad de estar en un festival internacional de cine, conocer a los dos
chamanes que participaron en la producción fílmica y son verdaderamente clanes
milenarios nativas”, contó el productor Horacio Mentasti.
El productor
cuenta que la película fue filmada en blanco y negro, en formato de 35 mm, una
decisión estética del director Ciro Guerra, de
reproducir este film, de esa forma,
que se encuentra casi en extinción, con el objeto de realzar los colores,
penetrar en una atmósfera que le dio como un misticismo adicional. En una
entrevista realizada a su realizador Guerra subrayó que si hubiese sido filmada
en color no hubiera tenido la misma potencia visual.
“Es muy
gratificante estar nominados al premio Oscar, considerando que es una película
totalmente distinta, que propone un cine reflexivo, de pensamiento,
introspectivo, que habla de determinados temas, que a nosotros nos gusta mucho
poder apoyar y la verdad que haber tenido la oportunidad de integrar esta
coproducción es realmente muy importante. En cuanto a la nominación, desde mi
punto de vista personal, nos da un orgullo y una alegría enorme”, dijo
Mentasti.
“El libro de El abrazo de la serpiente, me lo acercó el otro productor
argentino, Horacio Céspedes, y me comentó que estaba la posibilidad de realizar
este trabajo del director de la multipremiada Los viajes del viento. Una vez que leímos el guión, quedamos
maravillado, un texto completamente diferente, sobre todo por tocar ciertas
temáticas, con un nivel de compromiso y de espíritu crítico sumamente
interesante”, resaltó el productor argentino
La película está
contada desde el punto de vista indígena a diferencia del famoso film
“Fitzcarraldo” de Werner Herzog, que si bien está producido en la amazonia
peruana, fue narrado desde el punto de
vista del hombre blanco.
“Tiene muchas
aristas el texto que son muy interesantes, desde el colonialismo, la
reivindicación de los pueblos originarios, poder adentrarse en una cultura que
está prácticamente extinguida, que tiene muchísimos valores espirituales,
porque la cultura amazónica elige todo un camino espiritual, una concepción de
la vida totalmente diferente como el desapego a las cuestiones materiales, un
montón de cosas que se ven en la película y tiene toda esa riqueza del choque
de culturas”, reflexionó Mentasti.
El trabajo del cineasta Guerra está enmarcado en
lo que fue la explotación del caucho en el Amazonas, donde el hombre blanco
arrasa con toda esa cultura, por cuestiones económicas, se pone en contraste el
conocimiento de unos y de otros. Hay una concepción onírica donde los
personajes se comunican a través de los sueños.
“En un momento
hay una escena muy interesante dónde el individuo blanco pierde la brújula, y
el integrante de un clan, le dice que su comunidad utilizan las estrellas para
orientarse. Tiene una carga simbólica muy bella”, recordó Mentasti.
Son dos
investigadores-etnógrafos que se adentran
en el corazón del Amazonas colombiano en busca de una planta curativa y
sagrada, uno de ellos está enfermo, una vez que llegan al lugar se encuentran
con el último integrante de una tribu milenaria, de forma que este indio los va
a guiar por toda la selva hasta hallar el vegetal curativo, a partir de ahí
empieza un recorrido místico, un viaje fascinante, dónde se va a poder ver el
encuentro de culturas entre el varón blanco y el nativo.
“El abrazo de la
serpiente”, es la primera cinta en la historia colombiana que es seleccionado
para competir a la estatuilla doradas de los premios Oscar como Mejor Película
Extranjera y que tiene muchas chances de alzarse con el ansiado premio.
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