Autora de novelas
como "Betibú", "Las viudas de los jueves" (adaptadas al
cine) y "Un comunista en calzoncillos", la escritora no se
define como parte del género policial a pesar de la presencia de la muerte en
sus obras. "Mis libros
surgen a partir de una imagen en los sueños. Los personajes empiezan a hablar,
les encuentro un tono y pienso en una novela", explica.
"Opté por la primera persona" dijo
Por Marina Juárez
Con una descripción fina de sus escenas, sin dejar afuera ningún detalle,
Piñeiro se ha adueñado del misterio y les ha dado vida a asesinos y heroínas
que ya son un clásico de la literatura argentina. A diez años del lanzamiento
de “Las viudas de los jueves” que ya lleva 300.000 ejemplares vendidos, regresa
con una nueva novela donde, por esta vez,
deja descansar al crimen y recurre al drama y al dolor.
La escritora, dramaturga y guionista
argentina le cuenta a COEMU Digital acerca de su nuevo libro,
"Una suerte pequeña", y el trabajo. Una dama
del best seller.
¿De dónde surge tu nueva novela?
En
el caso de "una suerte pequeña" había dos imágenes que tenía en la
cabeza; una era la de alguien que esperaba en una barrera que tenía señales de
que iba a pasar un tren, pero ese tren no pasaba y tenía que decidir si confiar
en esas señales o si las descartaba y cruzaba las vías.
La
otra era una mujer que todas las mañanas salía al balcón y
encontraba excrementos de un animal y de ahí empezaba una investigación para
saber de donde provenían. En el momento de elegir, me di cuenta que las dos
podían estar en la misma historia y que podía ser la misma mujer la que
espera en
la barrera y la que sale al balcón.
En el libro, la protagonista explica por qué escribe en primera persona y dice
"El dolor solo se puede sentir así". ¿De alguna manera ese sentimiento es tuyo?
Cuando
me puse a escribir sabía que era una novela sobre el dolor, narré la dificultad
de cómo contarlo. Leí mucho material y literatura al respecto; "Vidas
ajenas" de Emmanuel Carrere,
"Las horas" de Cunningham,
distintos autores que abordaron el tema para
encontrar qué palabras y que forma era mejor para narrar.
Al
principio comencé a contar la historia en tercera persona, pero me di cuenta
que había un distanciamiento que impedía contar todo lo que quería y después de
treinta páginas decidí optar por la primera persona.
Si bien Betibú es el único policial que escribiste ¿Por qué crees que
te catalogan como una escritora de policiales?
Todas
las novelas anteriores a Betibú tienen
elementos del policial, no las concebí pensando "esto va a ser un
policial", pero en algún momento aparece la muerte, el enigma, la búsqueda
de la verdad y entonces eso te lo corre hacia ese género. La trama de ese
estilo dentro
de una novela arrasa con muchas de las otras tramas.
Si
estás contando una historia de personajes como es "La viuda de los
jueves", no podes dejar de lado cómo se visten, cómo son, qué hacen. Eso es
más importante que la trama policial, un lector atento descubre el misterio
rápidamente. Muchas veces es más fácil encuadrar a estas historias bajo un
mismo género, que dejarlo libre y que sea una novela y nada más, pero eso puede
ser una decisión de la editorial, no mía.
La búsqueda de la verdad se identifica en muchas de tus
obras. ¿Es algo que te atrae?
En mis
libros está la muerte presente, hay cosas que pueden llevarte a pensar si puede
ser un crimen o no. Lo
que tiene el policial, como dice Mempo Giardinelli,
es una estructura ética de la verdad y a mí lo que me atrae es eso: lo ético que
te obliga a ir hacia un lugar donde tenes que
contar que fue lo que pasó.
Algunos de tus libros ya han sido llevados a la pantalla
grande. ¿Por qué crees que pasa?
Supongo
que es porque las novelas que escribo surgen
a partir de una
imagen, entonces el que lo lee puede armar esa imagen y piensa en una
película. Además tienen una trama y esas historias son más fáciles de traducir
al lenguaje cinematográfico. Como guionista
debo usar elementos inconscientemente de
ese oficio, pero las novelas no las escribo pensando en el cine.
¿Cómo se posiciona la literatura argentina en el mundo?
Recursos
y escritores hay, a cualquier país que vas saben quién es Borges, quien es Cortázar y
con suerte también saben de algunos más que ellos. Después, gracias a las
editoriales independientes, se leen algunos autores jóvenes alrededor del mundo
y pueden llegar a ser conocidos. De todos modos, Europa es bastante
Eurocéntrica, es difícil que los autores
nacionales puedan instalarse.
¿Cuáles son tus futuros proyectos?
Descansar
(ríe). Tengo obligaciones pendientes, una nueva película de uno de mis
libros, "Las grietas de Jara", también hice una gira de presentación de
"Una suerte pequeña". Luego de
eso pensaré en mi próxima novela.
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