El difusor Ovidio Ottaviano habló de la cultura de su
país, como así también las distintas problemáticas sociales. “Ya no se
necesitan las balas, parece que estamos colonizados para borrar lo que se ha
hecho”, afirmó en relación al proceso latinoamericano.
Por
Cecilia Lauria
En
el primer programa radial de Coemundo, se realizó una entrevista a Ovidio
Ottaviano, productor, comunicador artístico y director de ARPA, productora
artística. Oriundo de Paraguay y amante del revisionismo latinoamericano, contó
de su historia personal e indagó en el contexto actual en materia cultural.
¿Qué significa para usted Augusto Roa Bastos?
Más allá
de para mí, para todo el país, es una figura cumbre. Si tuviéramos que hacer
una síntesis en el Paraguay y destacar cuatro grandes en el campo de la música
de la literatura y de la plástica. Los cuatro más universales, con los que Paraguay
llegó al mundo. Augusto Roa Bastos desde la prosa, la novela y los cuentos. Y Elio
Romero con la poesía. Dos figuras enormes en un país de grandes escritores. Y
si nos vamos a la música Agustín Pio barrios Mangore y José asunción flores.
Y para usted que dirige Arpa, un equipo de productores y
comunicadores que se dedican a mover el intercambio de valores socio culturales,
¿Cómo cree que se encuentra la cultura artística hoy en Latinoamérica?
Es
una pregunta compleja, tengo una mirada no esperanzada, casi triste, por esta catarata invasiva de valores
culturales. Si bien la cultura es universal y no tenemos porque no admirar
otras culturas, estamos siendo
colonizados sin balas de una cultura que parece borrar todo lo q se ha hecho acá.
¿Por qué una colonización sin balas?
Se
ha perdido de a poco la cultura. Los hechos tecnológicos, todos estos grandes
movimientos artístico-culturales, antes avanzaban despacio. Hoy, el hecho
comunicacional es inmensamente veloz, y a pesar de sus aspectos positivos, todo
esto sirvió para traernos todas las pautas masivas de estados unidos.
¿Qué sintió al tener que dejar su casa, cuando fue
proscripto?
Yo vine a argentina con tres años. Mi padre tenía
una actividad política importante y se va del país con la guerra civil de 1947.
La historia de nuestra patria es muy trágica, la guerra de la Triple Alianza,
la guerra del Chaco y la guerra civil. Esta última guerra derivó una dictadura
de más de 30 años. Viví en Paraguay del 1976 al 1982. Era recomendable que por
mi implicación en el país yo no estuviera por acá.
Después de estos hechos Paraguay no quedo de la misma
manera y las mujeres fueron las que levantaron el país. ¿Usted qué opina?
Yo
no tengo nada que opinar, eso es una realidad como que el sol sale de mañana y
la luna de noche. La conciencia colectiva entre ellos y la cultura popular que
tiene como hecho fundamental la preservación del idioma guaraní en nuestro
pueblo se debe a la mujer. Esto ya arranca con la colonia, Paraguay es un país mediterráneo,
una tierra tropical maravillosa. Una raza linda. Por cada hombre español que venía
se rodeaba de muchas mujeres. Así se reproducían, los españoles no hablaban con
los hijos. Las madres les hablaban a los hijos en guaraní, así empieza todo.
Después
de la guerra de la triple alianza la reconstrucción de la población la hacen
las mujeres cuando el país queda devastado con solo mujeres y niños. El papel
de la mujer es preponderante en la historia del Paraguay.
¿Cuáles son las actividades que realiza como director de
Arpa?
Yo
trabajo permanentemente con producciones con el Ministerio de cultura de Argentina y con la Secretaria
de Cultura de Paraguay. Trabajo en todo los eventos culturales que sean
argentino o paraguayos. También hacemos bastantes cosas con estamentos
provinciales y municipales. Ahora estamos preparando la presentación de libro
de Jacobo Raujin, premio nacional de literatura. Y realizamos varias
presentaciones del “encuentro de la polka y el chámame”.
Compartimos una región cultural con
similitudes enormes, en las formas de vida, en las comidas y en todo, incluso
en el idioma guaraní.
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