Dos hechos de la semana, la agresión a un periodista en
la Bombonera y la nota que no salió al delantero Osvaldo. Nota de opinión.
Por
Alberto Vega y Santiago Giorello
El periodista del diario Clarín Sebastián
Varela del Río recibió la agresión por parte de un control del Club Boca
Juniors que estaba secundado por otros pares. El hecho se produjo al finalizar
el partido con Nueva Chicago en la zona de vestuarios. No trascendieron los
motivos que originaron la agresión, y el Club de la Ribera emitió un
comunicado, manifestando que no son empleados del mismo, y que las cámaras lo
visualizaron pero no lo identificaron.
A su vez Boca repudió la agresión y
advirtió que tomará las medidas necesarias, como así también se solidarizó con
el hecho.
Llama la atención la decisión del
diario de no desarrollar, ni repudiar el suceso. Fuentes allegadas a la víctima
manifestaron que deseaba que se publicara lo sucedido.
Es importante destacar que el canal 13,
perteneciente al multimedio, tiene los derechos de la televisación de los
partidos de la Copa Libertadores y que su línea editorial está cercana a los
principios del PRO, partido al que pertenece su presidente Daniel Angelici.
Si bien la AFA, procura no sancionar a
los clubes en estas situaciones, el comité de seguridad de CABA si podría
hacerlo, por las características del hecho y por la imposibilidad de
identificar al agresor, a través del sistema de audio y video.
Casos como la agresión al juez de
línea en el partido entre San Lorenzo y River, o la agresión al jugador de
Lanús Matias Fritzler, provocaron la expulsión de socios.
El caso
Osvaldo
Por otro lado, la revista Garganta Poderosa esta semana difundió
el hecho del delantero de Boca que había sido entrevistado, pero que no llegó a
su publicación por una decisión de la dirigencia de Boca.
El motivo es similar: se atacaba a la
gestión de Mauricio Macri en la ciudad por la muerte de Gastón, un chico de tan
sólo 13 años.
En contextos de libertad de expresión
y de búsqueda de aplicación plena de la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual, las coberturas mediáticas actúan bajo presión y niegan la esencia
del oficio que quiere contar porque pasa lo que pasa.
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