Alumno
rural, docente universitario, escritor, abogado y Juez de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación desde 1983 hasta la actualidad, luego de aceptar el ofrecimiento de Raúl Alfonsín. Antes, le había dicho no a Arturo Illia. Coemu Digital te trae una mirada propia de Carlos Santiago Fayt
Una de sus publicaciones
Por Roberto Bouchet
A sus 98 años fue el Juez más longevo en actividad en la República
Argentina. El salteño Carlos Santiago Fayt,
después de muchos años en el ejercicio de la profesión de abogado y la
docencia, ocupó su primer cargo público
como Juez de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación desde que fuera propuesto al
Senado por el Dr. Raúl Alfonsín en diciembre de 1983.
Su inicio en la escolaridad estuvo marcado por el cambio constante por
varias escuelas rurales salteñas como consecuencia de las frecuentes mudanzas
de su padre, quien trabajaba como funcionario provincial. Con algo más de 10 años, su familia se
estableció en Buenos Aires, significando esto un gran cambio en su vida.
Con apenas algo más que 21 años, ya recibido de Abogado, escribió el primer libro de una larga lista que hasta el
momento supera la treintenta. “Por una
nueva Argentina” es el resultado de una recopilación de sus primeros
artículos.
Publicado un 15 de junio de
1940, sus 92 hojas refieren a temáticas que aún hoy están en debate. El índice de su opera prima expresaba “Por la
redención de la juventud”, “Por la libertad económica”, “Por la reforma
educativa argentina”, “Por la reforma sanitaria”, “Por la solución de la cuestión
social”, “Por la democracia”, “Por la libertad de sufragio”, “Porque el lector
quiera ser el ciudadano”. La Biblioteca
de la Corte Suprema, en su horario de 7,30 a 19 horas, tiene seis ejemplares a
disposición del público lector.
El libro es de acceso público
Su incorporación como Docente Universitario en la Facultad de Derecho de
la Universidad de la Plata le valió el mote de “antiperonista”. Allí, a poco del derrocamiento del peronismo
en el 55, fue nombrado por la intervención al frente de la cátedra de Derecho
Político.
Cuando
era Presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires le fue propuesta su
incorporación a la Corte
Suprema por el Dr. Illia, ofrecimiento que rechazó. Veinte años después aceptaría la propuesta
efectuada por otro radical, Raúl Alfonsín. “Dr. Fayt, ahora no se puede negar,
necesitamos su colaboración” escuchó decir por el teléfono al Ministro de
Educación y Justicia Carlos Alconada Aramburu. Cuarenta y ocho horas después,
aceptaba su designación como miembro del máximo Tribunal de Justicia argentino.
Como Juez
de la Corte acompañó falló por la libertad de expresión en el caso Tato Bores
contra la jueza Servini
de Cubría. “Lo que le están haciendo es inhumano”, expresó por estos días la
misma jueza en respuesta a la solicitud de un exámen psicofísico aprobada por
la Comisión de Juicio Político. “Gaggero”, “Rudaz c/Editorial Chaco” y “La Prensa” son otros Fallos en los que tuvo
decisiva intervención en defensa de la libertad de expresión.
Estas
sentencias generaron en los últimos días una muestra de adhesión pública en el
ambiente judicial, que incluyó una concentración frente al Palacio de
Justicia.
En las últimas semanas el debate giró en torno a su edad
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