Con la certeza depositada
en que los sueños se construyen y la alegría se defiende, festejamos un nuevo
día del Periodista. Opinión del periodista y docente Oscar Lutczak (*)
Rodolfo Walsh fue asesinado en 1977 por la dictadura
En
los últimos tiempos se incorporó como materia de análisis en algunos ámbitos mediáticos e
incluso académicos, la
categoría de “periodismo militante”.
Quienes la pregonan y la instalaron, tal vez preservan la ilusión de una posible objetividad incontaminada,
omitiendo, ocultando o deliberadamente negando que no hay discursos neutrales ni inocentes o peor aún, naturalizando que el único modo de ejercer el periodismo
consiste en vender la fuerza del trabajo a una empresa privada que garantiza entonces la independencia entendida exclusivamente como
el mayor grado de distancia posible (para no decir oposición) con el gobierno de turno.
Desde
nuestra experiencia profesional y
docente, hablar de periodismo militante suena casi como una redundancia (o
digamos hipérbole como para otorgarle cierto vuelo literario al texto y demostrar que también entendemos algo de
figuras retóricas).
En
verdad periodismo y militancia y porque no también docencia, resuenan como
sinónimos. Hacer periodismo es o debiera ser una apuesta a la militancia no
necesariamente ligada a la pertenencia a un agrupamiento político
partidario sino entendida como la disposición permanente a la
apasionada discusión sobre qué temas
conforman la agenda de la actualidad, qué actores sociales se visibilizan, qué
intereses constituyen el discurso hegemónico si el de las mayorías nacionales y
populares o los de las minorías cipayas y excluyentes, qué dimensión de
explicitación tienen la preservación de
la memoria, la ampliación de derechos,
la justicia social, la soberanía política, la independencia económica.
En
definitiva, ejercer el periodismo y la práctica docente en comunicación en
Universidades Públicas, es apropiarse de
la convicción en que como diría Rodolfo Walsh: “un intelectual que no comprende lo que pasa en
su tiempo y en su país es una contradicción andante, y el que comprendiendo no
actúa tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de
su tierra.”
Sin embargo, en estos días lo que
históricamente entendimos como compromiso con la realidad, intentan bastardearlo,
deslegitimarlo y travestirlo como oportunismo oficialista. Coincidir con las
políticas públicas que promueve y consolida un gobierno ungido por la voluntad
popular desde la democrática administración del Estado, pareciera casi un pecado
que un periodista no puede permitirse.
En verdad, el pecado que no puede permitirse
el periodista es olvidar que su relato, aun debidamente fundamentado,
documentado, reflexivo y crítico es
simplemente un relato y que tanto en la acción o en la omisión siempre será
funcional a algo o a alguien ….y es allí en esa toma de conciencia, donde lo
que entra a jugar es la honestidad intelectual para reconocerse o no, parte constituyente y constitutiva de un
pueblo, de una identidad cultural, de una patria o matria, de una Nación, de proyectos
sociales, de sueños colectivo.
En síntesis, cada 7 de junio siempre ofrece una grata excusa para reflexionar sobre nuestra práctica profesional, sobre nuestras convicciones, sobre nuestros deseos y luchas….feliz día compañeros, feliz día futuros colegas…el nuestro puede ser el “oficio terrestre” más maravilloso si comprendemos cuál es el determinante rol que nos toca jugar en la confirmación de la certeza en que los sueños se construyen y la alegría se defiende….
En síntesis, cada 7 de junio siempre ofrece una grata excusa para reflexionar sobre nuestra práctica profesional, sobre nuestras convicciones, sobre nuestros deseos y luchas….feliz día compañeros, feliz día futuros colegas…el nuestro puede ser el “oficio terrestre” más maravilloso si comprendemos cuál es el determinante rol que nos toca jugar en la confirmación de la certeza en que los sueños se construyen y la alegría se defiende….
(*) Magister en Comunicación Audiovisual y Máster en Comunicación y Educación. Actual docente titular de Análisis del Discurso de la Universidad Nacional de Avellaneda.
Publicar un comentario