Se
considera el consumo de marihuana como un mal que destruye al organismo. Sin
embargo, no existe una evaluación científica sobre los riesgos que produce, asegura
la Doctora Karina Gez.
Profesor Gastón Rodríguez Lepera, ganó licencia en Uruguay para producir marihuana
Por Marianne Kunst
En varios
países, sectores médicos han solicitad la legalización de la cannabis con fines
terapéuticos. La marihuana produce una resina que contiene más de 400
compuestos químicos; alrededor de 60 son componentes psicoactivos, los más
abundantes son tetrahidrocannabinol (THC), cannabidiol y cannabinol. El
primordial cannabinoide natural psicotrópicamente activo es el isómero Ä9
del THC, que como principio activo de síntesis se denomina dronabinol. Además
de los cannabinoides, contiene flavonoides, de los cuales contribuyen a su
actividad biológica.
El
consumo de cannabis no es nuevo, hace más de cuatro mil años que se usa con
fines religiosos, para la fabricación de fibras textiles y para tratamientos
medicinales. “(…) yo utilizo la
marihuana, en los días que no estoy muy bien. El cáncer es una enfermedad que
se pelea día a día y esto a mí me ayuda”, afirmó Carlos Lagomarcino de 63
años, paciente oncológico, en este
caso es altamente recomendada para pacientes con cáncer[1],
ya que la principal reacción orgánica es la relajación muscular y el aumento
del apetito. Sin embargo, en muchos
países aun es ilegal, solo unos pocos pueden adquirirlo bajo prescripción
médica y en otros tiene solamente regiones legales como sucede en Estados
Unidos, Holanda o España.
Existen investigaciones sobre las consecuencias del consumo de
tetrahidrocannabinol, “las voces
oficiales se encuentran dividas, pero no existe una evaluación científica sobre
los riesgos que produce consumir”, afirmó la Dra. Karina Gez, (MN: 148906), en el caso del riesgo de enfermedad cardiovascular, los estudios existentes hasta el
momento no han probado que exista una asociación entre el consumo de marihuana y el riesgo a largo plazo de
infarto de corazón o accidente cerebrovascular.
Otros estudios no
identificaron un aumento en el riesgo de cáncer de boca, faringe, laringe o
esófago. Por otra parte, otros focos evaluaron la función pulmonar de
pacientes consumidores de marihuana en relación a aquellos que no consumen, pero
no encontraron diferencias significativas. Según la Dra. Adriana De Finí (MN:
65780) “fumar tabaco o marihuana puede
ocasionar daños en los pulmones, ambos pueden ser perjudiciales”. Con
respecto a los estudios sobre el sistema nervioso central, no existe un resultado
exacto sobre la disminución de la memoria a largo plazo, agregó.
Los informes internacionales, deslizan el negocio, tras
fondo, de las farmacéuticas ya que muchos de los componentes pueden utilizarse
para la medina pero la fabricación de fármacos químicos es mucho más
redituable, “solamente en Holanda existen
medicamentos que incluyen THC”, comento Florencia Ozon (MN; 29788). Por lo
tanto, si las leyes abren su espectro sobre estos temas, podría evitarse la encarcelación
para aquellos que la utilizan para aliviar sus dolencias crónicas e incluso
desterrar el narcotráfico masivo.
El
ex presidente José Mujica, durante su gobierno en Uruguay, fue pionero en abrir el juego al mercado interno proponiendo devastar el
narcotráfico. La venta de cannabis fue
consagrada en la ley 19.172, pese a los duros enfrentamientos, hoy los uruguayos pueden comercializar la misma
bajo la regulación del estado.
En este
sentido, muchas farmacias del vecino
país venden directamente al consumidor e incluso el gobierno actual de Tabaré
Vázquez adjudico dos licencias para
producción y distribución de marihuana con el objetivo de ser comercializada en
todas las farmacias del país. Los beneficiarios fueron las empresas Iccorp y Simbiosys,
quienes podrán producir un máximo de 2 toneladas de marihuanas al año. En este
sentido, el 60% de la ganancia será para la empresa, el 30% para la farmacia
que lo venda y el 10% para financiar al Instituto de Regulación y Control del
Cannabis (Ircca).
El profesor universitario Gastón Rodríguez Lepera,
representante de Simbiosys, comentó: “la idea de crear una empresa para plantar marihuana
surgió en una reunión de amigos
luego del 20 de junio de 2012”, cuando el anterior gobierno anunció la ley que regula el
mercado de marihuana. Así nació Simbiosys, una de las empresas seleccionadas
por la Junta Directiva del Ircca (Instituto de Regulación y Control del
Cannabis) para cultivar marihuana.
Finalmente,
no existe un componente que provoque una adicción, como si la generan los
psicofármacos o el tabaco, como bien expuso Tabaré Vásquez frente a la asamblea
general de las Naciones Unidas. Así mismo, la regulación estatal del cannabis,
evita el mercado ilegal del narcotráfico e ingresa un capital extra[2]. Sin
embargo, los profesionales recomiendan un uso medido del cannabis para evitar
el abuso, ya que podría generar inconvenientes pulmonares al igual que sucede
con el cigarrillo.
Informe realizado en el marco de la Cátedra Producción y Gestión en Medios I (UNDAV)
[1] Cáncer de
páncreas, por ejemplo: Es una enfermedad es muy nociva, en poco tiempo reduce al paciente, ya que
dicha enfermedad produce la falta de
apetito y dolores crónicos.
[2] La cotización por gramo en Uruguay es de $35,
según el diario El Observador de Uruguay, y un porcentaje de la venta del mismo
son impuestos estatales.
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