COEMU dialogó con un vanguardista del arte textil en
la Argentina, Mario Alberto Fernández, un creador de texturas y volumen cuya
utilización de la técnica mixta hoy es tendencia. Junto al autor, recorrimos su
retrospectiva “Un viaje al mundo textil de los hobbits”, una crónica de sus
treinta años en la búsqueda de la belleza.
Por Fernanda Díaz
A pesar del
título de su exposición, el visitante no encontrará un mundo de duendes o personajes surgidos de J.R.R. Tolkien sino un
universo de dimensiones reducidas, “lo hobbits es lo pequeño, este es un viaje
hacia lo diminuto porque la mayoría de las obras tienen 17x17cm”, aclara
Fernández.
Su camino en el
arte lleva 30 años, pero para la mayoría del público no especializado sigue
siendo una incógnita el trabajo de un artista textil. Con la simplicidad de los
grandes, Fernández evita grandilocuencias y sentencia: “es la utilización de
material orgánico en distintos tipos de telares con técnicas mixtas”. Es decir,
expresiones plásticas que ligan la utilización de una amplia gama de materiales
donde lo primordial es la manualidad como proceso creativo.
¿Por qué hacer una muestra ahora con su evolución estética
y emocional?
Me parece el momento ideal porque en octubre se
cumplen 30 años de mi primera exposición como artista textil a partir de la
obra “marejadas”, el lugar que elegí para ello es la Sociedad Argentina de
Artistas Plásticos (SAAP) porque esta institución también cumple 90 años.
Contribución del
tapiz al arte como una instalación tridimensional, donde se pone en juego el
binomio plano-espacio, sin embargo, la amplitud de la metodología en el hecho
de producción, que siempre en manos de un artista evoca una dimensión crítica
como sujeto social, produce un inmenso entretejido de posibilidades a combinar,
en el caso de Fernández prevalece la técnica mixta: el trenzado, el macramé, el
sprang (efecto de los hilos al
trenzarse) junto con cartones,alambre, papel artesanal, entramados, plumas,
pergaminos, hojas secas y hasta “lana canina” -pelos de su perro favorito que
se fusionan como hilos para formar mariposas-, uniendo series que oscilan entre
Oriente y Occidente.
En su retrospectiva como artista textil podemos
observar un camino que va desde lo simple rozando lo etéreo, pero al mismo
tiempo terrenal, luego una lluvia de colores hacia finalmente lo oriental. ¿Cómo
fue transitar desde lo latinoamericano hasta una complejidad que invita a mirar
la otredad con las figuras japonesas?
Mi obra inicia con colores más claros, naturales, pero
después de varios viajes a través del Amazonas en Brasil me atrapó el color. A
partir de ahí empecé a utilizar mucho el color, con acrílico y acuarelas,
además de plumas, a plasmar lo latinoamericano, hasta que surgió desde mi
esencia como artista lo oriental. Desde el comienzo, me gustó la investigación
de materiales y en algún momento se fueron incorporando naturalmente a las
obras: trabajo hilo de algodón, hilo desflecado, le incorporo la técnica de raping(utilizada
en macramé) entrelazado con tejido y también en algunos casos, malla metálica,
lo que resulta una obra con volumen y técnica diversa.
¿Qué le diría a un joven que quiere iniciarse en el
mundo del arte textil?
Que intente aprender muchas técnicas, para facilitarle
el manejo de los materiales y la experimentación, pero va a depender de la
formación que tenga la persona de base. Pero lo básico es investigar cómo se
hace una urdimbre, una trama o un telar, y allí van a tener dos caminos, o
quedarse con los tejidos o pasarse al volumen con el uso de técnicas mixtas,
como fue mi caso. Ahora los jóvenes se animan más a lo combinación de texturas,
a la exploración.
¿Hacia dónde considera que se dirige el arte textil
argentino actual?
Cuando comencé
en los años ochenta como artista viví la transición entre lo gauchesco
hacia una evolución más artística, pero continuando en lo tradicional con un
gen muy argentino, por el contrario, hoy se instaló la técnica mixta, donde se
incorporan distintos materiales, hasta el plástico, y se está yendo hacia
elabandono un poco de lo textil, pero manteniendo esa mirada argentina.
Igualmente, la tendencia es hacia la unificación de las diferentes disciplinas,
no el arte textil, el grabado o la pintura por separado, por supuesto que como
disciplinas siempre van a existir pero hoy hay más juego entre ellas, y no está
mal que suceda.
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En el trayecto
estético que ofrece Mario Alberto Fernándeznos internamos en su mundo
liliputiense, extremadamente propio, con las reminiscencias suramericanas, y al
mismo tiempo ajeno, con colores y sedas de otras tierras, en un juego de
opuestos e incertidumbres.
Hay tiempo hasta
el 29 de octubre para ver su muestra en la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos
–Viamonte 458, Capital- los lunes a viernes de 14 a 19hs y los sábados de 10 a
17.
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