El Padre Paco es sacerdote
dominico. Trabaja por darle una vida digna a los vecinos que lo necesitan. De forma incansable atiende almas, cuerpos y necesidades sociales: aquí su vida y su lucha.
Foto de ayer junto a Cristina Fernández
Por Miguel Martínez Vila
Isla Maciel,
“La Isla”, “Maciel”,
son algunos de los nombres
por los que se conoce
al barrio que limita
con la rivera del Riachuelo. Barrio hermano olvidado de San Telmo. Comparten una historia y cultura en común. Más el paso de las décadas dejó en la pobreza y el olvido a La Isla.
Esta zona olvidada del sur del conurbano estuvo repleta de bares, astilleros y prostíbulos. Lejos quedó la época cuando lo jóvenes varones
querían tener su primer experiencia sexual, cruzaban el río y en un prostíbulo de Isla Maciel
debutaban.
Ha quedado
en el tiempo la época donde jóvenes
y no tan jóvenes varones
venían a la isla
en busca de sexo. Ahora sus visitantes buscan salvar un barrio que apenas si se sostiene, tal es la magnitud
de la tragedia que es Maciel que atrae hasta luchadores sociales
del otro lado del mar.
Uno de esos sujetos
que vinieron a trabajar por el prójimo
fue un sacerdote. Éste nació en
España, y desde el primer momento supo que quiso ser sacerdote. Recorrió varios países de Sudamérica. Llegó a Buenos
Aires y luego
de vivir un tiempo en La Matanza
vino a Isla Maciel para no irse más. Defensor de los sin voz. Luchador
por los derechos
sociales. Hace una década
que recorre las calles de la Isla Maciel de arriba abajo trabajando por la gente del
barrio. El Padre Francisco “Paco” Olveira ya es un héroe para las personas
de Isla Maciel.
De familia
católico practicante, el padre Francisco
desde pequeño tuvo las enseñanzas religiosas en su vida. Su interés
por lo social vino de parte de los grupos
de scout a los que perteneció. Con ellos conoció
y se interiorizó por la libertad, igualdad, justicia y solidaridad. Su pensamiento y obra se puede explicar con la frase del obispo
brasileño Helder Cámara: “Si doy pan me llaman
Santo, pero si pregunto por qué alguien no tiene pan me
llaman Comunista”.
Foto: Diario El Mundo
Padre Francisco
Olveira, “Padre Paco”,
es llamado comúnmente. Símbolo de la lucha en la
Isla Maciel. Con sus 51 años, él no presenta
solo los rasgos
de un sacerdote católico, ya que
en su rostro curtido por el trabajo
se reflejan las marcas de una lucha que todo obrero conoce. Pelo corto castaño, ojos marrones y una barba con canas. Sus manos trabajadas, demuestran dedicación constante.
En su casa, monumento a su historia,
se encuentran muestras
de su dedicación e interés por la lucha social,
desde un cuadro
del Che y otro de Evita junto con un guardapolvo
firmado por la gente de la isla, en el cual expresan
el afecto que él ha logrado ganarse
con su constante campaña
en favor de sus pares.
Un proyecto solidario
La Casita de Belén, es el proyecto
más interesante y solidario de ayuda comunitaria para la obtención de vivienda propia.
En la Isla Maciel es llevado adelante
por el Padre Paco. Este proyecto consiste en un sistema único
y novedoso de préstamos financieros de cero interés, que le permite a los necesitados obtener los medios
para tener una vivienda digna con la facilidad de devolverlo a largo plazo
de acuerdo a las necesidades de cada uno.
Solo un hombre de la estatura
moral y solidaria del Padre Paco, ha podido
pergeñar un tipo de
vida al servicio de las múltiples necesidades humanas en Isla Maciel, siendo éste el proyecto más destacado.
“Los pobres se han ganado el cielo
por derecho de piso, por
lo que yo me encargo
de hacerles más fácil su estadía en la tierra”
“Quería ir a trabajar
con los pobres en Centroamérica pero me enamoré
de la pobreza de la Argentina y decidí quedarme
aquí”, explica el padre. El primer lugar que visitó de la Argentina fue Caballito donde gracias a los sacerdotes dominicos, orden a la que pertenece,
que le abrieron la puerta pudo conocer
la realidad social argentina, que a él tanto le interesa.
“En el barrio todo el mundo conoce al cura o sabe dónde queda la iglesia; más en la Isla Maciel, que es re chiquita y depende de cómo vos te muevas" comenta él, que lleva 10
años viviendo en la Isla. Cuando llegó había mucho
que hacer ya que el padre anterior
en sus últimos días estaba cansado,
era una persona
mayor y ya prácticamente no había
actividad, por lo cual él tuvo que acercar la iglesia a la gente:
“De a poquito hubo que ir
haciendo las cosas, desde la catequesis, a hacer la misa un poco más viva, más participativa, los cantos más populares. En fin, que estuviese abierta
a las necesidades de la gente”, reflexiona.
El padre Paco no tienen una agenda establecida: “Día a día no tengo,
mi día depende de la gente,
puede ser llamado
a media mañana por una vecina que me cuenta
que por la tormenta tienen problemas eléctricos, entonces me toca hacer un hueco en los posibles
planes del día para poder ir y arreglar el problema”, cuenta.
Francisco, lucha por los vecinos de Maciel en todos los niveles y ámbitos. En el 2007 tuvo el que fuera su salto a la fama cuando presentó
ante el INADI denuncias contra
el programa de Chiche
Gelblumg y el noticiero de Canal 9 por actos
de violencia simbólica y clara agresión hacia los habitantes de la Isla. Con dos programas especiales donde se denomino a la isla “Ciudad
prohibida” y “Triángulo de la muerte”.
En estos programas se hizo foco en
algunos robos y actos de violencia. “Son cosas que pasan en todos lados”, explica
Mauro, joven vecino de Maciel, y agrega: “no puedo contar
que soy de Maciel, al menos no en la primer
charla. Ese es el daño que no; hizo Chiche
Gelblumg”. En el 2009 el INADI se expresó a favor de los habitantes de Isla Maciel.
Pero la violencia
hacia la Isla no ha disminuido.
Aunque el incidente con Chiche Gelblung
ha terminado el Padre Francisco, “Paco”, continúa con una lucha diaria
para disminuir las desigualdades. Se lo puede encontrar en cualquier
parte de la Isla Maciel.
Ya ha logrado ser uno de la comunidad. Se lo puede encontrar
fácilmente ya que tras él hay un centener de personas que lo van a saludar,
contarle sus problemas y demostrarla al afecto que ha sabido ganarse por parte de todos los vecinos.
“No distingo
lo social de lo religioso, para mí son la misma cosa", expresa
el Padre Paco, comprometido como los tantos anónimos ejemplos que existen; desde el plan social “Casita de Belén”, talleres
de informática, fútbol los sábados para los jóvenes o las cotidianas visitas a las casas de los vecinos
para solucionar sus necesidades, ya sea reparando
un enchufe o escuchando el llanto de una
vecina que descubrió que su marido se había suicidado.
Este sacerdote
se ocupa de todo desde que se levanta a la 5 de la mañana hasta que se va
a dormir a la media noche, “si tengo suerte”, aclara.
"Sabemos que nos quiere"
“El Padre “Paco” hace mucho, es un gran hombre”, cuenta Héctor y agrega que: “vos lo ves hacer, ir y venir,
se nota que le importa
la Isla y su gente.
Sabemos que nos quiere”. Héctor es
uno de los tantos vecinos
que han nacido y sido criados en Maciel.
En el proyecto
“Casita de Belén”,
cuenta entusiasmado, “somos
el banco que tiene el recupero
más grande del país y del mundo
entero, tenemos un recupero del 100% por ahora, es un
plan que permite a los vecinos solucionar problemas habitacionales a partir de un préstamo a cero interés y con ningún
plazo para devolver
el dinero prestado”.
El mejoramiento de las viviendas del barrio se logra con este sistema
de micro préstamos. Consiste en darle a la gente los materiales y la mano de obra que les haga falta
por hasta 10.000 y 13.000 pesos y después
la gente va devolviendo ese dinero mensualmente, conforme a sus posibilidades y sin ningún
tipo de interés.
El dinero proviene
de distintas instituciones tales como, el Municipio de Avellaneda, la Iglesia católica
y también de otras instituciones.
Cuando un vecino se entera del proyecto se acerca a la iglesia
y cuenta sus necesidades
habitacionales, va alguien
del proyecto a su casa y se fijan si esto es así, y luego se discuten las partes formales
del préstamo y lo colocan
en una lista de espera,
ya que son muchísimas las personas
que van siendo incluidas en este proyecto.
“La lista de espera es impresionante, pero relativa ya que no es lo mismo si a vos te dejan
en la calle que si necesitas hacerte una piecita
más, de esta forma si vos perdes
tu hogar pasas a estar prioritario en la lista”.
El Padre Paco también
ha puesto en funcionamiento una cooperativa textil
organizada con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Esta cooperativa le da al padre la oportunidad de otorgar trabajo
a la gente, “…aportar al laburo de la gente,
me dice padre quiero trabajar y yo no puedo ofrecer un abanico grande
de oportunidades pero le puedo ofrecer si quiere hacer guardapolvos, podes aprender y vas a tener trabajo
fijo en nuestra cooperativa y vas a tener un sueldo digno”.
“Por lo menos me quito la angustia ya que durante
mucho tiempo cuando me decían necesito
trabajar, yo no tenía nada para ofrecerle”, exclama
el padre con la voz cortada por la
emoción.
En su decálogo de vida hay conceptos tales como “No hay pobres
sino empobrecidos”, “los jóvenes caen en el afano y en la droga porque
no encuentran otra salida”, "para mí todo lo
que ayuda a la vida a que haya más justicia a que haya mayor dignidad
a que los pobres vivan mejor,
eso es de Dios”, que es tal la carencia
social que los niños necesitan “ingerir una pastilla que los mantenga
en los 12 años así no crecerían
y no quedarían desprotegidos
de las ayudas sociales que les dan hasta los 18 años, y luego
se hallan fuera del sistema”.
Y la vida transcurre cotidiana, laboriosa, solidaria, en la Isla Maciel, donde el Padre Paco es uno
más de sus habitantes, pero elegido para ser un verdadero servidor
de sus amados excluidos de un sistema social
injusto.
Extraordinaria persona. Leo en la nota que ha creado una cooperativa textil con el apoyo del Ministerio Social. El actual gobierno ha anunciado que dejará de comprar guardapolvos (y distribuírlos, claro) a las cooperativas. ¿Qué va a pasar con las personas que trabajan allí? ¿Hay algo que se pueda hacer en su favor? Es realmente angustiante la situación que vivimos hoy.
ResponderEliminarExcelente LECCIÓN DE VIDA de un ser dedicado al servicio de su prójimo. LO QUE NO ENTIENDO ES POR QUÉ LA FOTO CON ESA MUJER ENRIQUECIDA GRACIAS AL HAMBRE DE TODO EL PUEBLO. Pudieron haber hecho la nota con el sacerdote solamente.
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