Coemu dialogó
con el Director y Guionista Francisco Varone: “Tiene un tinte documental, la
idea es mostrar otras culturas que están cargadas de prejuicios, en un cruce generacional a través de un viaje”, afirmó.
Por Javier Erlij
La pantalla
nacional abre su temporada con un nuevo “Road Movie”(películas de caminos) que
marcará el regreso como protagonista del prolífico Rodrigo de La Serna y de
Ernesto Suarez, premiado como mejor actor
revelación en el Festival Internacional de Mar del Plata.
“La propuesta
era presentar un itinerario de gran escala. Cuando empecé a escribir el
guión, me pregunté a qué lugar sería alocado tratar de viajar en remis, y
mirando un poco el mapa, basándome en
experiencias previas, pensé en La Paz, que es la capital de Bolivia, y era también
geográficamente el mayor reto. Había que atravesar la altura, las montañas, el frío, rutas, caminos, que años atrás estaban en muy mal estado y realmente se
presentaban como un desafío”, contó Francisco Varone.
La película está
filmada en Salta, La Falda, en el país que preside Evo Morales. Varone, relata que filmar
es costoso, difícil, y siempre se necesita unir la fuerza de muchas entidades,
del Incaa, fondos de ayuda extranjeros, inversores, productores, y que
construir todo eso para su primera realización demoró un tiempo.
“Es la historia de Sebastián (interpretado por
Rodrigo de la Serna) que está sin trabajo, quién no tiene un buen momento actual
con su pareja, y comienza a trabajar de remisero, con un pasajero habitual que se llama Jalil (rol a cargo del
actor mendocino Ernesto Suarez) que es
un poco particular, molesto, muy mañoso
y un día lo llama al conductor para que lo traslade en remis desde Buenos Aires hasta la ciudad de la Paz
en Bolivia, a cambio de una excelente paga. Ese viaje es la historia de la
película, es una aventura en los caminos de miles de kilómetros, dónde tienen
que convivir un joven con un anciano en situaciones y en lugares muy
particulares”, contó el cineasta.
“El personaje de
Suarez, Jalil, es musulmán, y la película lo va describiendo con pinceladas al
principio, de la misma manera que lo va
descubriendo Sebastián, primero lo ve rezar y luego observa determinadas
actitudes particulares, hasta que en cierto momento del film, en su travesía a
Bolivia, llegan a una comunidad islámica y comparten un ritual, una ceremonia.
Es un momento breve, pero que tiene un tinte más documental, tenía ganas de
reflejar esta cultura, que es parte de muchos argentinos, pero que
cotidianamente no se muestra”, detalló el guionista.
La película es íntima, el director decidió
no abusar en paisajes. Los espectadores van a encontrar con muchas vistas que
acompañan a la producción dramática y narrativamente, y al mismo tiempo van a
hallar vínculo y crecimiento en la relación entre dos personas de generaciones
totalmente diferentes.
Camino a La Paz formó parte de las quince
películas seleccionadas argentinas en el marco del último Festival
Internacional de Cine de Mar del Plata y marca una punta de lanza importante
para iniciar la temporada 2016 de films nacionales.
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