El
ingeniero químico, Leandro Magri, explicó como afecta a la vida cotidiana
asentarse en las proximidades de un torrente infectado y cual es la medida más
efectiva para resolver la problemática
"Debemos tratar los efluentes antes de que entren en contacto con el
arroyo"
Por Darío Casella
El Cine Wilde se construyó
sobre el Arroyo Santo Domingo, que nace en la ciudad de Quilmes, producto de la
unión de otros dos regueros, y abarca una superficie de 15 mil hectáreas, de
los partidos de Avellaneda, Almirante Brown y Florencio Varela, además del
citado anteriormente.
Los vecinos de la zona vieron
como, a lo largo del tiempo, el agua se contaminó producto de la desidia de las
fábricas aledañas que arrojaban sus residuos. "Compuestos orgánicos
volátiles, metales pesados y microorganismos coliformes fecales son meramente
algunos ejemplos de contaminantes químicos y biológicos capaces de ingresar a
nuestro cuerpo por medio de las vías respiratorias o vías orales",
comentó Leandro Magri, líder del proyecto "Colectando Sol", y agregó:"Las
personas que se encuentran más vulnerables antes estos agentes, son aquellas
que menos recursos poseen".
Consultado sobre como
terminar con este flagelo de manera definitiva, el ingeniero opinó:"El camino
fundamental para reducir daños es eliminar los contaminantes en su fuente de
origen, o sea, tratar los efluentes antes de que entren en contacto con el
arroyo, lo cual solo se posibilita a través de controles en las industrias,
cloacas, gestión de los residuos, y un cambio cultural por parte de todos
nosotros ”, pero aclaró:”Este es un proceso complejo y a largo plazo,
por las propias características de los focos de contaminación que comúnmente se
encuentran dispersos, e incluso pueden ser desconocidos”.
“Una vía alternativa, o de
solución parcial en el corto plazo, consiste en evitar tanto como sea posible
el contacto de las personas con el curso de agua”, esbozó Magri, y prosiguió:”Esto
se logra a través del entubamiento del afluente, ya que de esta manera los
contaminantes ya no pueden llegar a la gente al menos de forma directa”.
Aunque los vecinos de Wilde
pudieron recuperar el Cine, y además el espacio donde poder vivir y recrearse,
no pueden olvidarse que debajo de sus pies, existe un torrente contaminado que,
en el corto o mediano plazo, puede influir negativamente en su vida cotidiana.
Como dijo, al finalizar la entrevista, el ingeniero químico Leandro Magri:”Debemos
considerar que, aquello que le hagamos al planeta nos lo hacemos a nosotros
mismos”.

Publicar un comentario