El músico Miguel de Olaso, brindó un
concierto magistral en el Museo de Arte
Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, ubicado en el barrio porteño de
Retiro
El artista ejecutó canciones de los siglos XVI y XVII
Por Marta Flores
El
ex Palacio Noel es la sede del actual
museo donde se presentó Miguel de Olaso con canciones clásicas del siglo de oro
español, ante un íntimo auditorio que
disfrutó de fantasías, gaitas, pavanas, jácaras, marizápalos y cumbés.
De
Olaso estaba en escena desde antes del horario de comienzo del show acústico. Hizo prueba de sonido y afinó sus instrumentos: “Cuido que no se
desafinen”, le explicó a una de las organizadoras. El inicio
oficial fue puntual. Las canciones
eran del siglo XVI y XVII de los
autores: Luys de Narváez, Gaspar Sanz y Santiago de Murcia. El marco del museo fue el lugar ideal para darle
contexto a esta música que invita a transportarse a otros tiempos.
“Mary
Bruwell, la autora de un tratado sobre el laúd, dice que éste es un instrumento
tan íntimo que no se debe tocar en un lugar donde haya más de cuatro personas”,
dijo el músico mirando al público. Los
asistentes superan el número máximo establecido
Bruwell, concurrieron alrededor de 30 personas que en su mayoría fueron
especialmente.
“Me inicié desde chico en la música, soy
guitarrista, estudié en el conservatorio. Luego hice una
especialización en estos instrumentos antiguos porque me atrajo el repertorio”, sostuvo una vez que finalizó el concierto.
Se
tomó el tiempo para hablar sobre el
instrumento y relató un poco de historia de la música entre canción y
canción. Es evidente su vocación, trabaja en el Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla: “Soy
docente de laúd, de guitarra y de una materia que se llama barroco americano”.
“La
vihuela fue el instrumento emblemático español del siglo XVI y XVII. En 1492 llegó a este continente y no es lo mismo
que la guitarra, no es aquella de la que habla el Martin Fierro”, expresó el
experto. En el texto de José Hernández "Aquí me pongo a cantar al compás de la vihuela..." se refiere a la popular
guitarra criolla, que si bien tenía el mismo nombre que el instrumento traído por los europeos, son diferentes en su forma y sonido. “Algunos parientes son por ejemplo el
charango y la guitarra mexicana”, explicó De Olaso.
El
láud o guitarra barroca posee un fondo curvado y es de origen árabe. Uno de los
temas que ejecutó fue “Los imposibles”de
Santiago Murcia ( 1673-1739). El musicólogo Javier Saldivar encontró por
casualidad el facsímil de dicha canción
en México en 1940.
¿Hay
alguna aptitud necesaria para tocar este tipo de instrumentos?
Ninguna,
simplemente las ganas de tocarlos. Son menos comunes, no es tan fácil acceder a
ellos. Pero es tan difícil tocar bien la guitarra como tocar el laúd o la
vihuela.
¿La
música original del siglo XVI y
XVVII tenía letra o era solamente
instrumental?
Si, tiene. Generalmente la música
instrumental es siempre un acople de la
música vocal.
¿Cuál
es su último trabajo discográfico?
Es
un disco de laúd sobre obras de Giovanni
Zamboni, un laudista italiano del siglo XVII.
¿Qué
es lo que lo apasiona de este estilo de música clásica?
Es
una música que está más vinculada con la palabra hablada, a la poesía, no sé
muy bien como explicarlo de manera
racional.
Miguel
de Olasso ejecutó la última nota, el último rasguido, pero la cuerda del laúd
vibró por unos segundos más y cuando el sonido desapareció, el público aplaudió
entusiasmado y emocionado. La música clásica del artista conmueve, serena, conecta con la historia y con los orígenes.

Publicar un comentario