La presente crónica, trazó una pintura social del nacimiento de un
complejo de viviendas de obreros y empleados que disfrutan del SUM “Eva Perón”,
en un terreno baldío de considerables dimensiones ubicado en Sarandí donde, alguna vez,
trabajaron 3.000 obreros de la empresa Sasetru
El SUM brinda actividades recreativas gratuitas
Por Roberto Lezcano
Después de casi
cuarenta años, volví a pasar por el lugar que era un descampado donde en su
apogeo la Empresa
Sasetru fundada en 1948, guardaba sus camiones. En esa sucursal
ubicada al oeste de Sarandí partido de Avellaneda, había 3000 trabajadores que
producían diariamente 60 toneladas de fideos, arroz, harina (pastas secas) y
que por malos gobiernos y mala gestión interna, cerró sus puertas en 1981. Sorprendió gratamente ver otro panorama allí; casas humildes con techos de
chapa y paredes sin revocar, y lo que más me impactó fue la solidaridad y la
hermandad que se profesaban los vecinos.
En el año 2000,
personas que no tenían casas empezaron a ocupar ese predio. Los terrenos fueron
medidos por los propios habitantes que se asentaron allí, dividieron los lotes
y respetaron las calles para evitar la formación de pasillos tipo laberintos,
como en otros lugares humildes. La policía y gendarmería trataron de sacarlos al
principio, pero la resistencia hizo que las fuerzas del orden desistieran de
ello.
Al principio los
vecinos carecían de la cobertura de necesidades básicas, así que se
“enganchaban” de la luz y el agua pero esto con los años se regularizó cuando
Edesur puso medidores y Aguas y Saneamientos Argentinos (Aysa), colocó los
caños del agua por lo que hoy en día, todos los habitantes pagan impuestos y
tienen servicios públicos. Con respecto al gas, usan garrafas y al no haber
cloacas, los camiones atmosféricos cumplen regularmente su función.
Laura Varela
coordinadora del SUM “Eva Perón” y vecina del lugar, recordó a Eva Ñata quién
fuera la primera en atrincherarse allí, motivo que le valió el desalojo y por
ende ser fichada por la policía. Sin amedrentarse, Eva y su familia crearon una
“olla popular” para alimentar a todo el barrio por lo que iban a La
Plata a buscar comida y también recorrían los negocios
aledaños, para poder alimentar a los más necesitados. Hoy en día, ese comedor
se conoce como La Loza
aunque si uno pregunta por la Ñata, todo el mundo la recuerda con cariño. El
barrio en cuestión se llama “UNIDAD Y LUCHA”, nombre que eligieron los propios
moradores del lugar y las calles que rodean al predio en forma de triángulo
son: Suipacha, Cangallo, Villa de Luján y Pitágoras.
El SUM, recordó
Laura, fue creado en el 2010. La idea surgió en la casa de una vecina que tenía
“una copa de leche” (niños a quienes se les da desayuno, almuerzo, merienda y
cena). Esto se pudo plasmar cuando el intendente interino de Avellaneda entre
el 2009 al 2011 Jorge Ferraresi, fue a dar una charla al barrio y al ver la
problemática, autorizó la creación de ese edificio con la entrega de
materiales, chapas etc. El lugar mide 10 metros de ancho por 30 de largo, posee dos
baños, una oficina y el hall donde se desarrollan las diferentes actividades.
La mano de obra fue íntegramente de los cooperativistas (planes trabajar) con
conocimientos de albañilería.
El SUM pertenece a la Agrupación Eva
Perón que conduce el intendente, allí se dicta el plan FINES (Plan de
finalización de estudios primarios y secundarios), clases de gimnasia,
peluquería, velatorios, cumpleaños, reuniones y una profesora de planta
permanente enseña a leer y escribir. Con respecto a la seguridad, el Municipio
mandó a poner alarma pero Laura comentó que nunca hubo un intento de robo ya
que los vecinos cuidan el lugar y los ladrones tienen códigos (risas). El mismo
funciona como una comisión central, donde todas las problemáticas se resuelven
allí.
Varela, en un
momento de la charla se quebró cuando le pregunto sobre la violencia de género
y si hay casos muy frecuentes en ese lugar. Me contó que ella sufrió abusos y
maltratos por parte de su ex marido y que la necesidad de criar a sus hijos la
llevó a soportar esos maltratos, pero reconoció que hoy en día las mujeres
disponen de más armas para salir de esa relación enfermiza y que el SUM les
brinda ayuda profesional a aquellas que lo solicitan.
También comentó que
las madres que están solas con sus hijos, ella “trata de engancharlas en algo”
y reconoció que hay muchos cooperativistas que cobran sin trabajar por lo que
ella les pidió (aunque no lo ve bien), que donaran la mitad de su sueldo para
esas mujeres desamparadas, y muchos para su sorpresa, así lo hacen.
Ante el asombro,
emociona (y mucho) escucharla cuando resaltó la hermandad del barrio y que su
último logro fue ayudar a una madre con tres criaturas que no tenían para
comer. La solidaridad aquí se ejerce minuto a minuto.
Con respecto al reparto
de comida; el comedor La Loza
recibe ayuda de Nación y el Municipio, por ende el SUM solo gestiona la entrega
de materiales para reparar casas (cemento, cal, arena, chapas, maderas, clavos,
pintura, palas etc.) y/o recibir ayuda profesional (Abogados, Psicólogos).
En el barrio Unidad
y Lucha, la gente no tienen escrituras de sus viviendas por lo que se está
tramitando con la
Municipalidad de Avellaneda. Laura comentó que venían de La Plata a hacer parcelas, pero
hubo vecinos del fondo del asentamiento que tenían que hacer una calle que se
había cerrado ya que el lugar es como un triángulo y ante la negativa de ellos
porque implicaba correr sus casas, se había parado todo. Cuando se les hizo
entender la problemática, recapacitaron y se volvieron a gestionar los trámites
que hoy en día están en curso.
¿Sasetru, a futuro
puede reclamar las tierras?
Creo, que Sasetru arregló con la municipalidad ya que si el intendente
Ferraresi va a entregar títulos, es porque está todo cocinado y además, la
molinera nunca vino a reclamar nada. Al observar el gesto combativo de Laura,
si así ocurriese, tomarán las banderas de Eva Ñata, cuando en sus comienzos
resistieron el desalojo.-
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