Alberto Clementín, director de la obra “El Servidor”, dio detalles
respecto a todas las variables para la puesta en escena de un espectáculo en la
actualidad y analizó la crisis cultural a nivel nacional
El tarifazo del gobierno afecta la supervivencia de las salas teatrales
Por Johan Talarico
Veterano de las tablas, Alberto Clementín
es director de “El Servidor”, obra que refleja la manera en la cual Enrique
VIII ejercía el poder en Inglaterra, a principios del siglo XVI. El
experimentado productor se tomó su tiempo y contó detalles del espectáculo,
cuyo autor es Lauro Ocampos y que se
llevará a cabo todos los miércoles en el teatro “La Comedia ” , ubicado en
Rodríguez Peña 1062, en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sin embargo, hizo
hincapié en la crisis que atraviesa la cultura en Argentina, los recortes
presupuestarios para los teatros independientes y la quita de los subsidios,
imprescindibles para el financiamiento de los costos de una sala.
-¿Qué le atrajo de esta obra?¿Por qué quiso dirigirla?
- Lo que me atrapó fue
el texto. Cuando leí la trama, me maravilló. Para quienes les gusta el teatro,
el drama es histórico. Nos centramos en un hecho real en el 1500, en Gran
Bretaña.
-¿Cómo se trabaja la puesta en escena?
-La diseñé mucho
tiempo antes. Quise hacer una apuesta minimalista, con respeto a la época. A la
pieza la dejé en el lugar histórico que correspondía en esa época, al igual que
música y la luz, que tiene pinceladas de aquel tiempo.
-¿Acude demasiado el público al teatro?
-Es un año muy
difícil para todos los espectáculos. En este momento, la gente tiene otras
prioridades, y a lo mejor, no es el entretenimiento. Una salida, para un matrimonio
tipo, y si se le suma el taxi y la comida, ronda los mil pesos mínimo, monto al
cual muchos no tienen acceso.
-¿Qué opina sobre la política cultural del actual gobierno?
-No es nada fácil.
Los presupuestos se recortaron. Creo que, en este momento, a nivel
gubernamental, la cultura no es prioridad.
-La suba de los costos para la realización de una función: ¿Impactó en
el monto de las entradas?
-Y sí. El año
pasado el precio promedio era de 150 pesos. Ahora, está arriba de los 200.
El montaje de un espectáculo cuesta. La
ropa, la prensa y la publicidad son caras. Luego, todo ese dinero hay que
recuperarlo, y además, el agua no tiene ningún tipo de descuento.
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