Compromiso,
solidaridad y vocación social son algunas de las cualidades de los trabajadores
de "Detrás de todo", una Asociación Civil sin fines de lucro que trabaja
codo a codo con las familias carenciadas que viven en el asentamiento ubicado
en el barrio porteño de Retiro
"El Jardín de Infantes "Sueños Pequeños", cuenta con salas de 2, 3, 4 y 5 años de edad, de jornada completa con tres comidas incorporadas"
Por
Giuliana Veliz
"Detrás de todo" fue el nombre que
eligieron para llamar a la organización, porque no sólo resume el lugar físico
donde trabajan, el fondo de la villa, que es la parte más marginada y
abandonada, sino también donde se plantea un problema muy relevante: las pocas
oportunidades educativas para los niños y niñas.
Desde el 2000 trabajaban dentro de una
escuela del barrio, pero en 2011 una familia les cedió un terreno, un socio
hizo una donación y los trabajadores con diversas estrategias para obtener
recursos, consiguieron el dinero necesario para construir el Jardín de Infantes "Sueños
Pequeños", con salas de 2, 3, 4 y 5 años de edad, jornada completa con tres comidas incorporadas: desayuno, almuerzo y merienda.
Solana
Camaño, tiene 21 años, comenzó a
trabajar en la asociación hace dos años como voluntaria y actualmente junto a Eugenia Laise son Coordinadoras del Centro de Actividades Infantiles, para Solana, la
experiencia en Detrás de todo "es un trabajo que sólo puede realizarse
desde el amor y el compromiso con la idea de que es posible transformar la
realidad y construir una sociedad más inclusiva".
Hoy
Detrás de todo cuenta con 55 trabajadores, ¿cómo llegaron a conformar ese
grupo?
En sus comienzos, la
organización contaba con pocos trabajadores. La cantidad estaba acorde a las
tareas que se realizaban. Sin embargo, con el pasar del tiempo, las barreras se
fueron rompiendo y comenzamos a crecer cada vez más, lo que nos llevó a
conseguir el apoyo económico del Estado para que trabajara más personal en este
proyecto educativo para la inclusión social.
Reciben
algún aporte y/o subsidio del Estado? ¿Cómo sostienen sus actividades?
Sí, los sueldos de los
docentes del Jardín de Infantes son financiados por el Estado. Logramos financiarnos a través de socios que
colaboran con una cuota mensual y nos permiten sostener nuestras actividades.
No contamos con el apoyo de ninguna otra institución privada, salvo una Escuela
Secundaria que una vez al año realiza una jornada solidaria para donarnos
fondos.
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Por
otra parte, en cuanto a tu experiencia personal ¿viviste algún momento que te
haya conmovido especialmente?
Si, hay uno que realmente
me conmovió, fue cuando le regalé a una de las niñas, Angelina, una cartuchera porque estaba yendo sin útiles y me
preguntó sorprendida: "¿Para mí?”. Después me susurro por lo bajo
“Gracias” mientras me abrazaba la cintura y -quizás sin saberlo- también el
alma.
Sostenía su cartuchera
repleta de lápices y crayones de colores con tanta fuerza detrás de mi espalda
como para que no se le escaparan nunca. Permanecimos así un rato largo; ella
con la oreja sobre mi panza y la mirada hacia la pared, lugar desde donde yo
podía apreciar la hebilla que siempre lleva puesta y la caracteriza tanto.
Y
así nos quedamos las dos suspendidas para siempre en ese agradecimiento
profundo por tenernos cerca, en esos paréntesis en la cotidianidad que sólo
genera el amor.
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