Brian Carlson, artista plástico estadounidense comprometido
con el rescate de la memoria, activista de derechos humanos y profesor
universitario, habló con COEMU sobre casi todo: su exhibición itinerante de
retratos de desaparecidos a lo largo de la Argentina, la relación entre arte y
política, su vida como activista en su país y la ilusión del sueño americano
Por
la profesora Fernanda Díaz
Su
tez blanca, sus ojos celestes y ese porte de “gringo”, que no se puede esconder
ni con todas sus visitas consecutivas a nuestra patria, reflejan a un artista
crítico hasta la médula, no sólo como un activista de luchas sociales sino con
todo lo que lo rodea, especialmente en su país.
Brian
Carlson se encuentra en Buenos Aires realizando un memorial sobre los desaparecidos
llamado Aparecidos, en donde expone algunos de sus 1400 retratos de víctimas de
la última dictadura cívico militar de nuestro país, el mismo nombre de la
muestra refleja lo rupturista del autor, porque según nos explicó “la idea es
tomarlos como seres humanos con vida, de allí retratarlos con colores vívidos,
no como simples estadísticas o víctimas abstractas”, la exhibición tiene un
formato itinerante y se expone a lo largo de la Argentina y la región.
Coemu
Digital- Es difícil imaginarse que alguien, de tan lejos como Port Washington
(N.Y), esté tan profundamente involucrado en la lucha por la defensa de los
derechos humanos tanto en nuestro país como en Latinoamérica. ¿Cuándo y cómo
comenzó su compromiso con la causa de Desaparecidos en Argentina?
Brian
Carlson- Trabajé como artista plástico en relación con los derechos humanos
toda mi vida, especialmente en contra de la violencia de género alrededor del
mundo, en ese contexto fui invitado a participar en 2007 en una exhibición, en
el Centro Cultural Recoleta en Buenos Aires, mi participación la llamé “escrito
a mano en la pared”, era una instalación interactiva de un enorme mural en el
centro de la sala,donde las personas podían escribir información y estadísticas
que habían recopilado acerca de la violencia contra las mujeres en el mundo, el
otro lado del muro estuvo reservado para mujeres que sufrieron algún tipo de
violencia y allí podían escribir sus testimonios.
Fue realmente impactante
porque durante una semana, día tras día, las mujeres llenaban con su voz la
pared.
………
Aparecidos
A
fin de realizar un trabajo más minucioso, Brian Carlson, investigó sobre los
derechos humanos en Argentina y allí se
topó con el terrorismo de Estado que
azotó a nuestro país, por lo que al llegar visitó a la ex ESMA junto con
catedráticos y otros artistas locales. En este punto su voz se resquebraja y él
ya no se encuentra en la habitación, sino que voló hacia las sombras del
recuerdo cuando pisó por primera vez los pasillos en silencio pero cargados de
ausencias, con paredes permeables a los horrores y las esperanzas truncas de la
“capuchita”.
“En
ese momento les prometí a los desaparecidos que les haría un memorial y de
alguna forma volvería a Argentina a exhibirlo, sobre todo en la ESMA”, contó. Le llevó
cinco años poder descubrir cómo realizar su promesa y concientizarse acerca de
la complicidad del gobierno de los Estados Unidos con la Junta Militar de la
mano del Plan Cóndor, pero lo que realmente le impactó fue la reminiscencia del
discurso de Videla con las elaborados por George Bush Jr. y su guerra contra el
terrorismo.
“Usaban literalmente las
mismas palabras, la guerra contra el terror… Es el mismo discurso que utilizaba
Videla cuando decía que protegía los valores occidentales al torturar a mujeres
de 16 años. Estados Unidos es el gran terrorista del mundo si contamos las
muertes que provoca”.
CM- ¿Cree
que el arte puede ser una herramienta poderosa como motor para el cambio
social? Y en relación a lo anterior ¿considera que arte y política están
conectados?
BC- El
arte puede ser una herramienta pero no siempre ocurre, no hay fórmulas. Pero
creo que el arte callejero hoy nos trae ese cambio, que es arte político. En mi
país es muy difícil poder exhibir muestras artísticas sobre derechos humanos,
pero en Argentina hay libertad de expresión: tu ciudad es Facebook! La gente
escribe en los muros por doquier. Todos pueden expresarse y levantar su voz
libremente, es asombroso el arte callejero aquí o la movilización social, como
#NiUnaMenos, es impensable que eso pase en Estados Unidos.
Estados Unidos tiene una horrible historia de apoyar u
orquestar terrorismos de Estado en Latinoamérica y el resto del mundo
La
propaganda de “defiende a tu país!” que promueve la guerra es un gigante y si
estás en contra sos antipatriótico, antiamericano o directamente cobarde. Es
difícil que los ciudadanos norteamericanos vean que su gobierno invade
territorios y mata a miles de civiles, apoye genocidios como el israelí en Gaza
o directamente les provea armas, porque simplemente no conocen nada sobre el
tema.
Piensan
que somos la mejor nación en el planeta y que todo el mundo quiere ser como
nosotros, que estamos aquí para hacer un mundo mejor con valores como
democracia, y esto está basado en la propaganda que comienza desde primaria, la
iglesia también refuerza esta idea de
“Dios protege a nuestros militares. Somos cristianos soldados”. Es una mezcla
entre Estado e Iglesia a favor de la propaganda.
Es
una locura, pero la mayoría de los norteamericanos están cómodos con este
sistema. Y no son conscientes que su comodidad requiere la explotación de una
buena porción de los pueblos del mundo.
CM-
Considera que es oportuno hablar del sueño americano bajo la administración
Obama o lo deberíamos llamar la pesadilla americana?
BC-La
administración Obama continúa las mismas dinámicas que los anteriores
gobiernos, sigue con la Iniciativa Mérida en México y con el disfraz de la
guerra contra las drogas instala bases militares en ese país y la región.
La ilusión del sueño
americano y el capitalismo hace que los ciudadanos de mi país no levanten la
voz contra los horrores que hace el gobierno de Estados Unidos en el mundo. Pero nuestro sueño se basa en la pesadilla del resto del mundo.
………
Los 43 normalistas de Ayotzinapa
Aparecidos,
de Brian Carlson, se exhibió en la ex ESMA, el Monumento a la Bandera en
Rosario y el ex Centro Clandestino de Detenciones el Olimpo, entre otros. La
próxima muestra será el 11 de junio en la Universidad Nacional de General
Sarmiento (UNGS) en donde el público podrá ver sus obras y discutir cara a cara
con un artista comprometido con los derechos humanos y sin pelos en la lengua.
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