El centro cultural Leonardo Favio es testigo de las
obras del artista español, referente del surrealismo. Hay tiempo hasta el
domingo 12 de julio para visitarlas en Avenida 25 de Mayo 131.
Por Marina Fernández
Salvador Dalí fue una de las grandes figuras de las
vanguardias que surgieron en el siglo XX, y actualmente está en
vigencia una muestra gratuita que se lleva a cabo en el Centro Cultural de
Lanús Leonardo Favio, donde se puede acceder a sus obras y así experimentar
el contacto directo con la irracionalidad, de 12 a 21.
El surrealismo fue un movimiento artístico que incluía la
idea de manifestar el subconsciente dejando de lado cualquier tipo de control
racional. Dalí tuvo una inminente presencia dentro de éste tipo de
arte y sus obras trataron de mostrar el estado de vigilia previo a dormirse y
los deseos más profundos del hombre.
En esta línea, es importante remarcar
una de las fascinantes ideas del artista: el reloj fundido. El tiempo, el que
controla la vida. Aquel del cual depende el ser humano para disfrutar o limitar
las posibilidades de su existencia. El tiempo, como ese monstruo al que el
hombre ama y odia a la vez. El tiempo, como una marioneta que controla la
presencia o ausencia de todos. El tiempo que se puede percibir en muchas obras
de Dalí como el antes y el después del mundo.
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Son sus deseos más
profundos y perversos. Su inconsciente. Su simbología sobre el mundo. Está la presencia de su ser en
cada huella que dejó en el lienzo. Es un elefante de patas largas. Es el tiempo
que cae y se funde sobre la superficie plana.
Él es el Surrealismo.
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Otras de las características del
artista es la presencia constante de las hormigas en sus obras. Aunque no se
sabe mucho el porqué de su existencia, se dice que estos bichos quedaron en su
mente desde que era un niño. A veces hay cosas que de pequeños marcan el
inconsciente del ser humano y se refugian en él hasta el momento en que se
expresa en diversas manifestaciones. Este parece ser
el caso de Dalí.
Estar en contacto con sus obras ya no es una marca elitista. El arte de
Salvador se abrió a un nuevo público, donde no sólo se puede ingresar a un mundo
diferente, sino que este mundo ahora puede ser interpretado a partir de
diversos puntos de vista.
La naturalidad de expresar el subconsciente permite al artista indagar con lo más profundo de la mente del ser humano. Lo inserta en los límites entre la vida real y la irracional. No sólo le invade el cerebro, si no que se emerge en su alma y logra emocionarlo, desesperarlo y conmoverlo a la vez.
Dalí es protector gracias a un elefante rosa de patas largas. Expresó lo abstracto del miedo y el temor en una imagen concreta. Hizo grandiosos a bichos insignificantes como son las hormigas. Expresó una nueva visión sobre el Jesús de los libros. Indagó, rompió con los límites de la realidad y con las convenciones del mundo. Todo puede tener otro sentido.
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