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Entrevista al autor de “Estela. La muerte de la hija parió una abuela”, donde repasa la vida de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo Estela Barnes de Carlotto. Una obra intacta que va por la reedición luego de la aparición de Guido hace nueve meses


Por Santiago Giorello

Ricardo Petraglia es periodista y da clases en la Universidad de Avellaneda en el departamento de Periodismo y Tecnologías de la Información. También es docente en La Plata y fue allí donde comenzó un sueño que concretó hace cinco años cuando publicó la biografía de Estela de Carlotto.

Juninense, charla con COEMU DIGITAL en el buffet de la UNDAV y relata las sensaciones vividas a la par de la Abuela más conocida por los medios. La traducción de su libro, el viaje a Europa, la aparición de Guido y la cotidianeidad con ella son temas que dominan la charla.

En tu publicación ¿Qué puede encontrar el lector de una persona pública como Estela?

La otra cara de Estela, quién fue cuando no era una persona conocida, cómo fue su niñez y adolescencia, la relación con sus padres, sus sueños y amores, los primeros años de la familia que armaron junto a Guido y sus hijas Laura y Claudia, el aprendizaje que debieron hacer cuando todo se volvió espanto. El libro es una biografía de la vida de Estela, obviamente que la época transcurrida durante la última dictadura cívico militar en la Argentina es muy importante, pero se cuente la vida, desde que nació hasta el momento en que se publicó el libro en 2009.

Qué cualidades de ella te sorprendieron, que puedas demostrar con alguna experiencia durante el proceso de trabajo y difusión

Muchas, pero su gran capacidad de adaptarse a los tiempos que corren, a las nuevas generaciones es algo asombroso, fundamentalmente el respeto y la importancia que ella da para que las nuevas generaciones sean protagonistas. Cuando la conocí a Estela personalmente estábamos armando el dictado de un ciclo de charlas en el marco de la Cátedra libre de Derechos Humanos, yo había ido acompañado de una profesora que trabajaba hacía años junto a Estela. 

Ni bien nos presentaron y nos sentamos a trabajar estela dice: “Bueno, que hable Ricardo que es joven, nosotras somos dos viejas asique él seguro tiene mejores ideas”. Pero lo más admirable de Estela es su espíritu optimista. Nunca perdió un poquito las esperanzas de encontrar a Guido, su nieto. Y también su capacidad de amar, jamás la escuché expresarse desde el odio.




¿Cómo la fue la experiencia de ir a Europa? ¿Con qué público se encontraron?

Que el libro se traduzca y publique en Italia fue algo maravilloso. Es muy raro que algo que vos estuviste tanto tiempo en soledad, porque la escritura es muy solitaria en gran parte del proceso, tome estado público; bueno que trascienda fronteras, idiomas y culturas es mágico.

Ir a presentarlo fue realmente maravilloso, me trataron con muchísimo respeto. La verdad que me encantó. También me dio otra dimensión de lo que representa Estela en el Mundo, que se yo, salvo el presidente Italiano fueron a saludarla todas las máximas autoridades del país. Las presentaciones que hicimos juntos estaban llenísimas de gente que al final de las mismas se acercaba para saludarla, sacarse fotos, agradecerle. También tomas otra dimensión de lo que fue la represión en Argentina y lo que significa el exilio.

A nueve meses de la aparición de Guido, ¿Crees que hubo un click en cierto sector de la población que tenía prejuicios sobre las Abuelas?

La verdad que no sé, no creo. El trabajo de las abuelas tiene 30 años, el que no lo respetó hasta ahora no va a respetarlo nunca. Igualmente no creo que exista persona de bien que no las respete, me parece que eso se pudo ver con la recuperación de la identidad de Ignacio Guido porque la inmensa mayoría del pueblo Argentino se puso muy feliz. Mi teléfono sonó más que en mi cumpleaños.

Por último, ¿se viene el libro de Guido? ¿Has hablado con ella después de lo que pasó?

(Risas) No creo que se venga el libro de Guido, lo que sí estoy trabajando es en la reedición del libro sobre Estela.
Sí, hablamos, pero todavía no me senté con el debido tiempo. No es fácil encontrar tiempos en la vida de Estela.



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