El Periodista y Profesor de Periodismo Digital, Sebastián Di Domenica, reflexiona sobre su campo y aporta líneas claves para entender la profesión: "El buen periodismo se hace en la calle", afirma, pero no le quita protagonismo a la tecnología como factor primordial de trabajo.
Hablar
hoy de periodismo digital significa hablar de todo el periodismo, porque todos
los productos periodísticos que se desarrollan en la actualidad, de manera
total o parcial, atraviesan algún formato o planteo digital. Como autores de
notas, crónicas o entrevistas, o como editores de pequeños o grandes medios de
comunicación, siempre en todos los casos, se debe pensar en las pantallas
grandes o pequeñas, en las redes sociales y en el mejor formato posible para
exponer la historia a contar.
Por
supuesto, desde los tiempos analógicos a la plena digitalización actual, infinidad
de cambios se han experimentado en el armado de medios y en el ejercicio
concreto de la tarea periodística. Lejos quedó aquel periodismo legendario,
cuyos protagonistas recorrían los lugares de los acontecimientos con su
anotador, su lápiz, y nada más, para luego volver a una redacción para escribir
y editar.
Los escenarios actuales presentan un periodista súper tecnológico, híper
comunicado, y que desde su celular puede fotografiar, grabar, tomar videos,
hacer anotaciones, compartir y hasta editar un texto. Y que hace desde las computadoras
una búsqueda de información que antes se hacía en la calle, y que puede hacer
en la calle, muchas cosas que antes solo se hacían en una redacción.
Por
supuesto, lo más importante (e interesante) en el periodismo aún sigue vigente
y no cambia: llegar a un lugar, observar sus características, hablar con el
otro, preguntar e intentar captar un conflicto humano. La idea en todos los
casos será lograr desde las palabras dichas o escritas, la mejor síntesis y el
recorte adecuado que le permita al público comprender una problemática social y
una verdad.
Pero
si bien lo esencial de la búsqueda y la comprensión de los hechos se mantiene
inalterable y hace a la esencia del periodismo, los grandes cambios han sido
provocados por las nuevas mecánicas de producción de los medios (maximización
de los recursos para hacer más con menos) y por las tareas que hoy el
periodista puede hacer de manera remota, y que antes no podía. Esa realidad generalizó
mecánicas del trabajo periodístico, que se han convertido en regla, y que en
los últimos tiempos comienzan a ser puestas en duda. A continuación, tres
preguntas que se pueden hacer los periodistas y los editores de medios
digitales, y que invitan a pensar y reflexionar:
1-¿En
la calle o en la computadora? El buen periodismo se hace en la calle. Una
afirmación que repiten los periodistas con muchos años de experiencia, y que de
ninguna manera se puede contradecir. Las buenas historias se logran cerca de
los protagonistas, en el lugar de los hechos y en diálogo directo con los
actores de los acontecimientos.
No es posible descubrir los pliegues de la vida
o las mentiras de los poderosos, encerrado en una redacción o en frente de una
computadora. Pero aunque esa es una realidad innegable, en los últimos tiempos
los periodistas han perdido calle. Las exigencias del periodismo de portales de
internet, con plantillas reducidas y actualización permanente, obligaron a los
cronistas y redactores a trabajar en gran medida en frente de la computadora y
muy poco en la calle. El periodista que trabaja en este tipo de propuestas debe
cerrar muchas notas en poco tiempo, para responder a las demandas de un público
que consume noticias en todos lados y a toda hora. Es cierto que hoy se puede
hacer una entrevista a través de Skype, Whatsapp o Facebook, pero no es lo
mismo. Y a veces no hay tiempo ni para eso, y mucho menos para salir y estar en
el lugar de los hechos.
¿Esto
va a ser siempre así? Hasta hace algún tiempo se pensaba que no había vuelta
atrás y que el periodismo estaba condenado a ser en un 70 u 80 por ciento una
tarea estática, y que por las características del mercado, era imposible soñar
un escenario distinto. Pero todo parece estar cambiando: muchos medios
digitales en el mundo comienzan a darle mayor libertad a los periodistas para que
sea posible la producción de contenidos de mayor calidad.
Con sus notebooks y
sus celulares en mano, los periodistas hoy pueden llevar una redacción móvil a
todos lados. Y pueden hacer periodismo, y responder a muchas obligaciones desde
lugares remotos. Entonces, ¿es posible que el periodismo vuelva a la calle? Es
muy posible. La computadora será siempre el lugar por excelencia de búsqueda de
información y producción del contenido, pero el periodista puede ser que pronto
vuelva a tener el movimiento que solía tener. Entonces, la respuesta es: en la
computadora y en la calle.
Un
gran texto de los periodistas españoles Eduardo Suarez y María Ramirez, publicado en el Blog No hace falta
papel, sintetizó las trece lecciones que dejó la última edición del Simposio
Internacional de Periodismo Digital en Austin, Texas. Una de esas trece anotaciones recomienda: “Elige bien qué cubrir”, que
está muy ligado al interrogante que acabo de desarrollar. La idea es que en un
escenario hipercompetitivo y de información increíblemente abundante, lo que se
produce y se reproduce tiene cada vez menos valor, y ya no basta con ser el
primero que lanza una noticia, tal como afirma Robert Picard, director del
Reuters Institute.
Por lo tanto, hay que elegir muy bien aquello que se sale a
cubrir, para hacerlo de la mejor manera y desde un enfoque único que logre
captar la atención de una audiencia cada vez más dispersa. Los contenidos que
se producen dentro de la redacción sin vida ni experiencia, pierden peso de
manera inexorable. Los medios y sus periodistas deben elegir bien qué cubrir, y
salir a la calle a cubrirlo.
2-¿Largo
o corto? El público hoy consume periodismo en cualquier lugar y a cualquier hora. Gracias al celular; la
demora en una parada de colectivo, el momento muerto en una sala de espera, o
el pequeño recreo en el trabajo, pueden ser espacios ideales para que un medio
periodístico gane un nuevo lector.
Así, los medios para captar la atención de
ese público en constante movimiento, deben agudizar el ingenio en los titulares
(para que sea compartido en redes sociales) y ofrecer un contenido que se
adapte a su situación circunstancial. Estos parámetros llevaron al periodismo
actual a pensar que la brevedad era la clave para captar a ese público híper
estimulado por infinidad de posibilidades informativas. Pero otra vez la regla
parece haber cambiado. Muchos editores sostienen ahora que no siempre es la
mejor idea presentar contenidos breves, y de consumo rápido.
Empieza
a ser cada vez más claro que ganan adeptos los contenidos extensos y de más
desarrollo. Y que el consumo de la gente mezcla una gran cantidad de artículos
breves y sintéticos, con notas más extensas y de mayor profundidad. Por lo
tanto, si hasta hace un tiempo se pensaba que para el público de hoy, la clave
era ofrecer textos cortos y de lectura simple; las nuevas tendencias hablan
también de lo contrario. Entonces, ¿corto o largo? Corto y largo.
En el
texto ya mencionado del blog No hace falta papel, otra
recomendación afirma: “Historias largas en el móvil”. Allí los autores toman la palabra de varios editores de grandes medios
de diferentes partes del mundo, quienes afirman que el público está muy
dispuesto a leer textos largos en el celular, y que eso comienza a ser la tendencia:
“De repente había un espacio para tomar un respiro y contar historias más
ambiciosas”, afirmó Susan Glasser del sitio norteamericano Político.
3-¿Texto
o video? No hace falta introducción para este tercer y último interrogante. Texto
y video. Toda la Internet es cada vez más audiovisual, y a los textos
periodísticos se les debe sumar cada vez más el video. La gente los consume, y
están al alcance de todos. Gracias a la banda ancha, el wi fi y el streaming,
la costumbre se generaliza. El texto sigue siendo esencial para el desarrollo
de una nota, para definir el gancho de un título o para describir aquello que debe
encontrar el buscador. Sin embargo, el video como contenido digital se
populariza y aporta muchos elementos al desarrollo periodístico de un tema. Las
estadísticas confirman la tendencia y una nota reciente del Washington Post
realizó una afirmación categórica: En cinco años, el 80 por ciento de toda la Internet
será en video.
Entonces,
no existe opción, el periodista debe aprovechar esa nueva herramienta y esa
posibilidad única de contar desde la imagen en movimiento.
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