Se conmemoró el sesquicentenario de la Guerra Guazú en contra del
Paraguay, bajo la consigna: “Más Allá de la Guerra” – Memoria, Reflexión y
Cultura de la Paz. El Ministerio de Cultura de la Nación, a través de la
Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, la
Televisión Pública, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Cancillería
argentina, realizó el 13 y 14 de Agosto la jornada de debate sobre aquel
triste suceso.
por Marcos Carvallo
Existió tácitamente un silencio, tal vez impuesto por muchos gobiernos anteriores, o fue la misma sociedad que inconscientemente decidió callarlo. Hoy existen acciones que tratan de curar aquellas viejas heridas, por estas fechas hace un año la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, oficialmente devolvía la colección de muebles que el Mariscal Francisco Solano López, adquirió en Alemania, el cual fue confiscado en el camino y quedó en un museo de este territorio, tras estallar el conflicto.
El tema de la guerra contra Paraguay ha dejado de ser “Prisionero del discurso”, término utilizado por el vicecanciller argentino Eduardo Zuain, quien formó parte de estas jornadas y quien hizo hincapié en la integración: Argentina – Paraguay, para comenzar a pensarlo como un solo país.
A este trabajo sobre la memoria y la reflexión estuvieron sumados diferentes figuras. Según la página oficial de la TV Pública, los historiadores que participaron en estos debates buscan responder cuestiones como: el entendimiento de la postergación de la cultura y la historiografía; tal vez circunstancial pero no menor. ¿Por qué se produjo y en qué medida puede ser superada? También saber, ¿cuál fue el significado de esta guerra? y ¿a qué obedeció el ensañamiento con Paraguay, al mismo tiempo, por qué no se halló una solución que evitara los abismos que alcanzó ese enfrentamiento?
Figuras nacionales e internacionales analizaron la guerra
El debate fue llevado a cabo en el estudio 1 de la Televisión Pública, organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación. El día 13 de agosto se abrió el evento con la mesa de Roberto Amigo; a lo largo de la jornada se dio lugar a dos espacios más de debate.
por María Fernanda Bolaños
En la primera fecha Roberto Amigo presentó a los tres invitados, dos de ellos, extranjeros. Hicieron sus ponencias con imágenes relacionadas a la Guerra de la Triple Alianza y la iconografía de los conflictos regionales.
Junto a Amigo (a su derecha) se encontraba Peluffo Linari, quien dirigió el Museo Nacional de Bellas Artes en Montevideo por 20 años; seguido de Valeria Piccolli, restauradoraen São Pablo, Brasil; por último Ticio Escobar, ministro de cultura de Paraguay y curador de la actual muestra Tekoporã del MNBA.
Piccolli realizó la exposición en su idioma, basándose en pinturas de artistas brasileños como Víctor Meirelles y Pedro Americo, entre otros. Relató el contexto en el que fueron pintadas las obras y destacó lo que cada autor buscaba resaltar en cada una de ellas.
Por otra parte, Escobar declaró que “lo que busco es recalcar dos momentos en el contexto de la guerra: la radicalidad que trae consigo la emergencia de una producción, en la que terminaron con los mismos soldados talladores, los cuales antes de la guerra exportaban su trabajo. Por otro lado, el carácter popular del arte abre una posibilidad de relectura distinta, sobre lo que pasó y acerca de lo que podemos pensar”.
Finalmente, Peluffo analizó la morfología de los objetos de una imagen, de cómo están conformados los trofeos, de origen paraguayo. Declaró que “son un arreglo simbólico”. Asimismo resaltó que las pinturas de los bombardeos de la guerra, las hicieron con otros intereses, más que todo negociantes. Además afirmó “nada es casual, todo está hecho con otro motivo”.
Al finalizar la mesa de debate, Roberto continuó con una breve entrevista a Ticio Escobar, curador de la muestra Tekoporã, actualmente exhibida en el Museo Nacional de Bellas Artes, que finalizará el 13 de septiembre.
“Determinadas formas tienen que ser fieles a un aspecto poético, imaginario y de belleza, pero a su vez, deben estar conectados con una realidad histórica y social, teniendo una carga conceptual” declaró Escobar. Además señaló que “el término Tekoporã está compuesto por dos palabras: ‘teko’ que es modo propio de ser; ‘porã’ hace referencia al bien y a la belleza. La palabra completa es el buen vivir colectivo, el vivir con la belleza”.
El segundo espacio del debate estuvo dirigido por Javier Trimboli, dio apertura con una presentación de sus compañeros, como lo fueron Lorena Soler, (a su derecha) investigadora del CONICET; seguido de León Pomer, escritor de historia con una larga trayectoria, junto a Mario Maestri, historiador Brasileño, y al final Alejandro Kauffman, crítico cultural, ensayista y encabeza proyectos del instituto Gino Germani.
Maestri afirmó que “todo apunta a un conflicto entre la libertad y la tiranía, la civilización y la barbarie, una guerra que fue dirigida a la ambición de un terrible dictador”. “La guerra es lo olvidado, pero es objeto de la memoria más que todo, por el trauma y el dolor que dejó, no por lo que aconteció. No podemos pensarla, si no, solo practicarla u olvidarla. La conexión entre historia y recuerdo deviene de la fragilidad de éste último” reflexionó Kauffman.
Segundo encuentro en el que conmemoraron los 150 años de la guerra
El 14 de agosto estuvieron presentes invitados de diferentes nacionalidades. Dieron sus posturas, bajo investigacionesque realizaron sobre el tema.
La primer mesa encabezada por Gabriel Lerman, quien presentó a sus compañeros como Alicia Rubio (a su derecha) realizó un trabajo investigativo sobre el tema a tratar, junto a ella estaba Martin Rodríguez, periodista, escritor y poeta, quien compartió con el público uno de sus recientes libros, por último Roco Carbone, italiano, ensayista e investigador de CONICET.
Carbone declaró “la base de la patria ha sido programada por hombres, pero Paraguay pudo ser una ‘matria’, ésta hubiera podido significar la fundación de una sociedad sin discriminaciones propias de un sistema patriarcal. El país hubiera podido resurgir como una ‘matria’, pero la soberanía del poder siguió estando en manos del hombre, a pesar de ser minoritaria”.
Más delante dieron espacio a un conversatorio entre Horacio Gonzales y Daniel Santoro. El cual permitió entender y separar de alguna manera, la visión que hay en Argentina, al asociar la guerra de Paraguay con la imagen de Cándido López, pintor conocido por sus cuadros históricos sobre la Guerra de la Triple Alianza. Los dos expositores profundizaron en algunas de sus obras y analizaron que era lo que buscaba resaltar u ocultar el artista.
Para finalizar, la última mesa cuenta con interlocutores como Lucila Rosso, dio la bienvenida a Vladimir Velázquez, (a su derecha) que es Director General del Gabinete de la Secretaria Nacional de Cultura de Paraguay, junto a él, Eduardo Zuain, vicecanciller Argentino, seguido de uno de los funcionarios de la Cancillería Nacional de Paraguay y Ricardo Foster, ensayista y filósofo.
Velázquez enfatizó que “hay proyectos de inserción de docentes paraguayas a las escuelas Argentinas. Se realiza con el fin de atender la gran cantidad de chicos que asisten a clases, lo que buscamos es que ellos no pierdan su identidad cultural”
El vicecanciller Zuain añadió “estamos en busca de la integración en todo sentido, pero esto tiene sus pros y contras, porque venimos hace 200 años recalcándonos que todos somos distintos, por lo cual todos como ciudadanos tenemos como deber terminar con esta idea, haciendo un cambio cultural y así lograr un mayor desarrollo de ambos países”.
Foster finalizó diciendo “hubo una incivilización de Paraguay en la Argentina, los veíamos en nuestra sociedad pero a la vez estaban ausentes”.
Fotos: Televisión Pública
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