Investigadores
de la UNDAV estudian los casos de estudiantes extranjeros que eligen nuestro
país como lugar para comenzar sus estudios superiores. Datos y explicaciones de
este fenómeno de época
Estudiantes extranjeros de la UNDAV
Por Federico Lorenzo
Suele afirmarse que las universidades
argentinas son exportadoras de conocimiento, ya que los estudiantes extranjeros
son atraídos, entre otras cuestiones, por la calidad académica y la gratuidad
de las casas de altos estudios clásicas como la Universidad de Buenos Aires, la
Universidad Nacional de La Plata o la Universidad Nacional de Córdoba.
Según un informe de la Secretaría de
Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación, en 2007 el sistema
universitario argentino contaba con 23.737 estudiantes extranjeros. Al día de
hoy se estima una tasa del 2,7 % de estudiantes extranjeros en los distintos
niveles de educación superior, con una presencia numérica de 50.000 casos sobre
1.800.000 estudiantes universitarios.
¿Pero este fenómeno se repite en las Universidades
del Siglo XXI surgidas a partir del 2003? La Magíster en Cooperación
Internacional y Socióloga de la Universidad La Sapienza de Roma, repatriada Nº
954 del Programa Raíces, docente de la Licenciatura en Gestión Cultural e
integrante del Área de Cooperación Internacional de la Universidad Nacional de
Avellaneda (UNDAV), Leticia Marrone, investiga el caso de la institución
académica donde trabaja para aportar datos útiles a los procesos de inclusión y
desafíos que se platean las Universidades del Siglo XXI.
Las denominadas “Universidades del Siglo XXI” proponen profundizar el proceso de
cooperación e internacionalización de la educación superior, que según las
estadísticas y proyecciones es un fenómeno en constante crecimiento y consolidación.
Uno de los casos donde se puede
observar este proceso es en la Universidad Nacional de Avellaneda, nacida en el
2011 donde sus tres sedes se encuentran ancladas con la herencia de un contexto
socio-histórico de fuertes transformaciones e inmersas en un territorio que ha
sido modificado y definido a través del enriquecimiento social de las diversas
oleadas migratorias.
En la actualidad esta casa de altos de
estudios, situada en el primer cordón del conurbano bonaerense, cuenta con
alrededor de 550 estudiantes extranjeros de diversa procedencia como Perú,
Paraguay, Colombia, Bolivia, Chile, Haití, Brasil, Uruguay y Venezuela. La
elección de las carreras es bastante homogénea con la excepción de la
Licenciatura en Enfermería donde se observa una presencia mayor.
Al respecto, la Magíster en
Cooperación Internacional, Leticia Marrone, sostiene que “este fenómeno está cambiando porque ahora podemos encontrar mucha
presencia de estudiantes extranjeros que vienen a cursar una carrera de grado
completa, donde se destaca la presencia de estudiantes latinoamericanos”.
Y agrega: “Esto también pone de manifiesto los diferentes sistemas educativos que
existen en Latinoamérica, porque tal vez las universidades son más restrictivas
en otros países de la región y la cuestión central en este debate es la
gratuidad de la educación superior”.
Números que
hablan por sí solos
Las universidades nacionales cuentan
entre su matrícula con un 2,7% de estudiantes extranjeros que eligen iniciar
sus estudios superiores en Argentina. Pero en el caso de la Universidad
Nacional de Avellaneda el porcentaje se multiplica.
Un 8% del total de los alumnos
regulares de la UNDAV provienen de países latinoamericanos. Este fenómeno es
respaldado por un fuerte acompañamiento durante las cursadas, a través de un
seguimiento de la Secretaria Académica, que ofrece un sistema de tutorías para
los estudiantes que requieren una ayuda a través de los talleres de
lecto-compresión, idiomas y matemáticas.
Además, la UNDAV por medio de su
Cooperadora, ofrece un sistema de becas que tiene como objetivo generar
igualdad de oportunidades en el ámbito de la comunidad universitaria, ya que
incluye a los alumnos extranjeros que no pueden acceder al Programa Nacional de
Becas Universitarias (PNBU) o al Programa Nacional de Becas Bicentenario (PNBB)
que brinda el Ministerio de Educación de la Nación.
Las becas buscan contribuir a solventar necesidades básicas de los estudiantes extranjeros, como pueden
ser viáticos para el transporte o la adquisición de material bibliográfico.
El aporte de
la multiplicidad de culturas al sistema universitario argentino
Otra línea de análisis de la
investigación es conocer acerca del proyecto migratorio es decir, si los
estudiantes extranjeros vinieron a nuestro país sólo para estudiar o si
viajaron acompañados por sus familias para iniciar una nueva experiencia.
Además, en el trabajo se analizan las
redes sociales que se generan para indagar de qué manera los estudiantes
extranjeros se relacionan con la propia comunidad o con sus compatriotas en
nuestro país y también cómo se vinculan con los otros estudiantes extranjeros
en las universidades nacionales y si existen redes de solidaridad entre ellos.
“Este
proceso permite construir una sociedad más intercultural y va en línea con la
consolidación de una Patria Grande en la que veamos a los ciudadanos de
nuestros países vecinos como hermanos. En ese sentido, la universidad puede
aportar mucho con este grupo de estudiantes que pueden ser un poco nuestros
embajadores y el aporte a la internacionalización de la educación que pueden
ofrecer si se les da valor puede ser muy importante”, reconoce la
especialista en Cooperación Internacional.
En el caso de la Universidad Nacional
de Avellaneda es interesante destacar algunos casos de estudiantes que han
creado una Asociación de Universitarios Extranjeros (UNEX), que se encarga de
ayudar a los alumnos que inician su recorrido universitario y hasta difunden su
experiencia a través del programa “Sin
Fronteras”, que se emite por la FM 90.3 Radio UNDAV.
Resultados de
la investigación
A partir del diagnóstico que se
realizó en la investigación, la Universidad Nacional de Avellaneda puede
contribuir a generar políticas universitarias que beneficien a este sector de
estudiantes que se encuentra en constante crecimiento.
Además, la UNDAV, a través del Área de
Cooperación Internacional, participa activamente en programas de intercambio y
movilidad estudiantil para que sus alumnos puedan viajar y vivir experiencias
en diferentes contextos, y que otros estudiantes puedan venir a la UNDAV por
medio de lazos y redes que se crean con universidades del extranjero.
“La
población de estudiantes latinoamericanos en la UNDAV es un recurso muy valioso
que tenemos, porque aportan a mejorar la calidad educativa, ya que sobre una
misma problemática pueden aportar una mirada diferente. Además, a través de
esta experiencia se pueden realizar estudios comparativos entre universidades
argentinas y otros casos de casas de altos estudios de Latinoamérica”,
profundizó, a modo de cierre, la investigadora que regresó a su patria a través
del programa RAICES, vislumbrando un contexto de desarrollo, inclusión y
crecimiento en el país.
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