Tres docentes y una
mirada optimista de los avances educativos en el nivel medio de nuestro país. Hablan del secundario obligatorio, el Conectar
Igualdad y Plan Fines.
Clase Abierta en Plaza Alsina en defensa del FINES
Por Nelson Santacruz
La
enseñanza en los diferentes niveles ha tenido una transformación importante en
los últimos años de la primera década de este siglo. A través de diferentes
estrategias por parte del Estado argentino como intento de mejorar los niveles
de asistencia, hubo avances conseguidos. Como protagonistas de estos logros,
los docentes testifican sobre la obligatoriedad del secundario, Conectar
Igualdad y el Plan Fines.
La
exigencia de tener el nivel medio completo fue la base desde la cual se
ramificaron diversas políticas. La profesora de la Universidad Nacional de
Avellaneda, Cristina Tucci, hacía referencia a ésta como una ley que no solo
implica una obligación por parte de los estudiantes sino además como un derecho
que el Estado les garantizó a través de diversas estrategias. Convencida
expresó que “dan mayores posibilidades para acceder a conocimientos y
expresiones más amplios” y sugirió además que se debe aún profundizar en la
formación no solo de estudiantes sino de docentes para conseguir egresados
capaces de desafiar otros niveles educativos.
Lo
importante de estas estrategias es que lleguen a cada punto del país, así en la
provincia de Misiones donde el programa Conectar Igualdad se vinculó a través
de UNICEF con jóvenes guaraníes con docentes como Yanina Bermuller y tutores
bilingües que enseñan a diario el manejo básico del aparato en el primer y
segundo año del secundario. La matrícula creció en cantidad y calidad, “ellos
en sus computadoras abren las carpetas y copian los archivos a sus netbooks. Con
el cañón se proyectan las clases, así también conectan el audio y miran videos
explicativos”, detalla Bermuller, quién con otros docentes ya trabajan en seis
sedes con más de 90 estudiantes.
Sin
embargo, la secundaria no se acota sólo en la franja etaria correspondiente
sino que se expande buscando en los rincones más desesperanzados de la
población. A través del Plan FinES, se han dado pasos considerables en toda
Argentina. La provincia de Buenos Aires es un ejemplo de ello, donde la responsable
provincial del Plan, María Sánchez, opinó que “además de lo material lo que
importa es lo simbólico para aquel que creyó que no podía hacerlo”.
Como un
método para incluir a aquellos que por determinados motivos no culminaron con
sus estudios, la profesora señaló que “se comenzó con treinta y cinco personas
del Desarrollo para sensibilizar en los barrios y hoy son casi 200.000 los que
egresaron de los 600.000 en todo el país”.
El progreso tuvo un ritmo positivo estos años,
pero no se ignora que las falencias también han tenido lugar, sobre todo en la preparación
de los jóvenes para llevar a cabo estudios superiores como una problemática que
demuestra que aún queda mucho por hacer pero que con una gestión exigente sobre
la variedad de contenidos educativos y las formas de enseñanza se puede
mejorar.
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