María Montserrat Clemente
es una actriz que hace teatro en la UNDAV y, desde chiquita, realiza
actividades afines a todo tipo de expresión ya que es lo que más le apasiona.
En esta entrevista, nos cuenta sus comienzos, cómo compone su arte y
específicamente analiza la obra de denuncia donde forma parte llamada “El
caserón”.
Por Marina Fernández
Artista profesional, se dedica a la pintura, escultura, expresión
corporal, radio, música (Piano y Canto), actuación (Comedia, Improvisación,
Clown) y dirección. En el 2009 se recibió de Actriz de Cine, Teatro y TV y
Directora de artes escénicas en el CIC (Centro de Investigación
Cinematográfica). En una entrevista para este
medio, María Montserrat Clemente nos cuenta su historia de vida.
¿Hace cuánto que hacés
teatro?
Desde que tengo uso de
razón, desde chiquita. Ya me gustaba en las reuniones familiares ser el centro
de atención y, sobre todo, hacer reír, era la payasa de la familia.
Profesionalmente, empecé con talleres, primero de niña, luego de adolescente y,
cuando terminé el secundario, el cual tenía orientación en Arte, sabía que
quería estudiar actuación. Por eso, al año siguiente, en 2007, empecé la
carrera oficial en el CIC y me gradué, en 2009, como Actriz de Cine, Teatro y
TV y Directora de Artes Escénicas. Antes de la carrera, durante y después,
hasta la actualidad, siempre realicé actuaciones, no sólo sobre el escenario
sino también en video, para Internet o TV y, en audio, para radio.
¿Por qué elegiste el teatro?
Yo no elegí el teatro. El
teatro me eligió a mí ¡y creo que no se equivocó! Realmente, el teatro,
para mí, es la representación más fiel de la vida misma donde podemos reír,
llorar, enojarnos y amar, además de reflexionar acerca de las diferentes cosas
lindas o feas, justas o injustas, que nos suceden día a día. También, el teatro
nos brinda la posibilidad de ser lo que queramos, desde una inocente doncella
hasta un asesino serial, y, en ese universo, no hay reglas, por lo tanto, nadie
puede decirte qué hacer o qué no. Esa libertad, es única y no tiene precio.
¿Qué es para vos el teatro de denuncia o realista?
En mi opinión, el teatro de
denuncia manifiesta públicamente las injusticias o desigualdades sociales que
nos atraviesan día a día. Generalmente, la mayoría de las obras expresan la voz
del pueblo, que, oprimido por ciertos intereses ajenos, debe callar o silenciar
su pensamiento. De hecho, el año pasado, fui parte de “El Caserón”, una obra de
denuncia, que estrenamos en la UNDAV bajo la dirección de Mabel Decoud.
¿Qué decidieron denunciar o criticar con la obra?
“El Caserón” muestra la
división actual de la sociedad, en donde la planta de arriba representa a la
clase adinerada y la planta de abajo, a la clase popular. También se hace
hincapié en la discriminación entre ambas clases y cómo eso conlleva a una
importante desigualdad. Incluso, se denuncia el trabajo esclavo ya que en un
momento de la obra, aparece un “taller clandestino” en el que trabajan
inmigrantes ilegales, siendo manejados por los de arriba.
¿En qué contexto está fundada?
En el contexto
socio-político actual ya que en toda la obra hay referencias al gobierno de
turno y a las políticas que implementa. Por ejemplo, en una escena, una de las
personas que vive en la planta alta, se refiere despectivamente a otra de la
planta baja cuando menciona que cobra un plan social o que va a estudiar en una
universidad pública. Claramente, pone en escena a las dos campanas que suenan
últimamente en nuestra sociedad.
¿Cuál es el papel que desarrollás como personaje?
Además de las dos plantas,
también, en uno de los costados había una murga, conformada por once person,
diez de los cuales son murgueros, entre los que estaba yo y un murgón, que
dirigía el conjunto. Nuestro rol tenía que ver con arrojar una reflexión en
formato de canción popular luego de cada escena importante que sucedía en la
casa. Éramos los testigos directos de todo lo que pasaba y, a su vez, los
cómplices del público ya que cada canción la dirigíamos a los presentes,
pretendiendo ser la voz de su consciencia.
Desde tu punto de vista
¿Cómo construís el personaje?
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Primero que nada, indago en
las características del mismo y me fijo cuáles tengo yo como persona y cuáles
no. En base a las que tengo, intento un primer acercamiento. Siempre es más
fácil interpretar un personaje que se parezca a uno mismo, el desafío es cuando
ocurre todo lo contrario. Sin embargo, siempre hay un aspecto que coincide
entre tu persona y el personaje, y ese es el punto de partida. El resto, fluye
solito.
¿Encontrás algún aspecto
del personaje en el cual te identifiques?
De este personaje en
particular….¡bastantes! En primer lugar, un murguero es una persona alegre, que
le gusta vestir con colores vivos y, sobre todo, le encanta la música. Todo eso
se relaciona íntimamente conmigo, ya que además, de actriz, soy cantante y la
música es otra de mis pasiones. Pero, además, el murguero
es alguien en general desfachatado, espontáneo, directo, estridente, explosivo,
que dice lo que piensa y expresa todo el tiempo sus emociones sin importar lo que
digan los demás y, básicamente, ¡Así soy yo!
¿Es difícil que un actor
interprete un personaje que construya una ideología en determinada obra? ¿Cómo
crees que se hace?
Pienso que es difícil
cuando esa ideología no coincide con la tuya. Obviamente que siendo actor hay
que dejar de lado los juicios personales y enfocarse a la interpretación de un
otro, que justamente no es uno mismo. Sin embargo, y más cuando en la obra se
tocan cuestiones políticas, es muy dificultoso actuar algo que no te
identifica, o que para peor, denostás.
Yo creo que en ese punto, el interpretar
o no determinado papel debe ser una decisión pura y exclusivamente personal del
actor, porque siempre hay temas que a uno lo tocan más de cerca que otros y eso
varía dependiendo de cada persona y de cada experiencia vivida. Por lo cual, es
sumamente respetable que un actor elija no actuar en una determinada obra por
no compartir el mensaje que propone. Es más, yo adhiero a eso.
¿Cuáles son las
herramientas que les otorgan los docentes a los actores para que estos logren
captar la esencia del personaje al cual van a interpretar?
Herramientas hay de
sobra…Desde el antiguo método de la “Memoria emotiva” de Stanislavsky hasta el
controvertido “Teatro laboratorio” de Grotowski, pasando por muchísimos más,
incluso de nuestra época. Todo depende de donde elijas formarte o con quién.
Cada profesor tiene sus influencias y eso sin dudas, se va a reflejar en su
manera de enseñar. Sinceramente, pienso que es muy difícil enseñar a actuar ya
que, para mí, es algo con lo que se nace o no. Sin sonar elitista, yo creo que
cada uno tiene un don particular, algo en lo que se destaca del resto de las
cosas y tu única misión en la vida es encontrarlo.
Hay mucha gente a la que le
interesa hacer teatro, y no digo que no lo haga, al contrario, es hermoso que
este arte tan sublime llegue a cada persona y toque un pedacito de su alma para
transformarlo en alguien mejor. Pero los buenos actores, realmente, son
aquellos que logran trascender una pantalla o un escenario, haciendo llorar de
emoción a alguien o arrancándole una sonrisa sincera. Y esa capacidad no la
tienen todos, lo cual no quiere decir que un actor sea mejor que un albañil o viceversa;
simplemente, que cada uno fue hecho para hacer bien algo diferente y, para ser
artista, tenés que haber nacido con esa estrella particular.
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Me encantó! Muchas gracias por el espacio! <3
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