Más que un club una casa,
así definen quienes practican actividades deportivas y de recreación, en el Club
Atlético Victoriano Arenas, que lleva noventa años de funcionamiento en el
corazón de Valentín Alsina
Por Jhorliana
Offerman
Desde COEMU entrevistamos a Fernando Ernesto Rodríguez, vicepresidente de esta institución,
quien nos recibió en la oficina de la secretaría, lugar en el que atesoran cada
uno de los trofeos que los atletas de la institución ganaron en diferentes
competiciones a nivel nacional.
El directivo, llegó al CAVA con apenas 6 años, de la
mano de su abuela, -quien además fue la responsable de su crianza- en el año
1991, cuando el equipo de la Primera División disputó su primer partido en la
categoría C del balompié nacional y señaló que desde momento hasta el día de
hoy no se separó de la que asegura es su casa.
El vicepresidente relató que toda su familia formó parte
en algún momento del club, y que en casa de su “nona” siempre conseguían tarjetas
de acreditación de membresías del club de familiares que se apersonaban a sus instalaciones desde 1928, época en la que fue
fundado.
Desde hace 14 años forma parte
de la junta directiva del CAVA, y nos señaló que su objetivo al tomar este
cargo fue devolverle al club la razón social para la que fue fundado, y que por
un tiempo fue relegado por solo enfocarse a la primera división y sus
campeonatos, el valor y la unión de la comunidad se había perdido. “Hoy se
celebran fechas especiales, como el día del niño, los carnavales, hacemos
asados -que nos donan carniceros de la comunidad- para recaudar fondos para los
trofeos y medallas que se entregan a fin de año, nosotros trabajamos a pulmón
pues la ayuda que recibimos es poca” señaló.
“Estamos ubicados geográficamente cerca de grandes
clubes como: Talleres de Remedios de Escalada, Lanús, Racing, Independiente, y
esto hace que lo sponsors no nos elijan, si bien contamos con algunos, son
bastante chicos y por eso debemos realizar actividades que nos ayuden a cumplir
con nuestras obligaciones”.
Al ser consultado por el aumento de tarifas en
servicios como el agua, la luz, el gas, entre otros, el segundo al mando del
club nos decía que: “de agua tenemos una
deuda de más 120 mil pesos , cuando la realidad es que en las instalaciones
solo se cuenta con dos duchas que casi
no se utilizan y las canillas del baño donde los nenes se medio mojan la cara
al terminar el partido, y cuando transpiran. El agua la intentaron cortar pero
el presidente del club junto a otros integrantes de la comisión directiva
dialogaron para evitar el corte, además de esto
pagamos de impuestos casi 20 mil pesos por mes, más la cobertura social,
con estos aumentos nos mataron”.
La cuota que cobra el club es mínima y no alcanza
muchas veces para costear los gastos el 70%
se destina a los viáticos de profesores y el 30% restante al mantenimiento de
la institución, por tal motivo muchas de las actividades terminan
haciéndose con la colaboración de los padres y de la comunidad en general.
“En el CAVA se practican múltiples actividades entre
las que destacan: Baby fútbol, tácticas de defensa personal, fútbol femenino,
cardio box, boxeo, patín artístico, judo y también cuentan con fútbol senior y
la primera división. De igual manera tenemos un jardín de infantes que es
costeado por el club, de lo único que se hace cargo el municipio es del sueldo
de los docentes”, indicó.
Rodríguez hizo énfasis en que: “Aún así no dejamos de trabajar
ni pensamos ceder espacios pues este es un lugar donde las personas acuden y
despejan su mente de lo agobiante que se vuelve el día a día y más en este
país, cada una de las actividades que hacemos por el club tiene su recompensa,
a mí por ejemplo me llena de orgullo escuchar que, los pibes del club, no dicen
quiero ser como Messi o como Cristiano, hoy tienen como referentes a Cobelli o
Venturini, y esto habla de la vinculación entre las distintas categorías y
disciplinas del club y de la gran familia que formamos”.
Publicar un comentario